* Entre los más destacados están la referente a la interrupción del embarazo, Ley de Protección para la Fauna y el reconocimiento de identidad para las personas transexuales
La entrante LXVIII Legislatura de Chiapas tiene desde su inicio varios temas polémicos que resolver, todos ellos heredados de su antecesora, además de desahogar otros propios de los tiempos parlamentarios que se viven como la integración de las 45 comisiones que lo conforman, además de la Glosa del próximo informe de gobierno.
Entre los asuntos que los nuevos diputados deberán atender se encuentra el armonizar las leyes estatales con la nacional respecto de la violencia política, es decir, empatar ambas normatividades para que no se contrapongan, aunado a que los representantes populares debeán crear las sanciones penales y administrativas para quienes infringan dicha ley.
Respecto a los tópicos que la pasada Legislatura «guardó en el cajón», se hallan la iniciativa de reforma al Código Penal para aumentar la pena en feminicidios de mujeres indígenas y embarazadas, así como la referente a reformar la Ley de Protección para la Fauna, donde deberán agregar un capítulo de protección y cuidado de animales domésticos.
Una ley que sin duda originará controversias es la que no penalizaría la interrupción del embarazo, misma que ya ha sido aprobada en por lo menos siete entados, incluido el vecino Oaxaca, y que en Chiapas es apoyada por grupos feministas; también falta legislar para que la unión conyugal entre personas del mismo sexo sea legal.
De igual manera, la sociedad chiapaneca espera que sus representantes populares le entren a temas como el reconocimiento de identidad para las personas transexuales, la iniciativa para que los procesos estéticos sean efectuados únicamente por cirujanos y no por médicos sin experiencia en el ramo.
Otros temas no menos importantes son la propuesta para modificar el Código Penal del estado para que los delitos sexuales no prescriban y en este mismo sentido, la iniciativa de reforma al Código Civil para que las actas de nacimiento que expide la autoridad no tengan periodicidad, o sea, que carezcan de un período determinado de vigencia.
