En opinión de José Ramón Salazar Ballinas, presidente de la Industria de la Masa y la Tortilla “Somos Chiapas”, esta actividad corre un alto riesgo de desaparecer ante diversas problemáticas que la afectan desde hace años y a la cual se sumó recientemente la escasez de gas, elemento necesario para su elaboración.
En entrevista, el líder lamentó que este sector experimente un futuro incierto derivado, entre otros, de los altos costos de producción entre los que sobresalen
un promedio de 400 litros semanales de gas, es decir, un gasto que va de cuatro a cinco mil pesos, tomando en cuenta que cada litro cuesta 13.10 pesos.
Dijo que otro factor negativo es el alto costo que tienen las refacciones de las máquinas con las que se elabora el producto, aunado a la competencia desleal que representan los negocios que operan en la clandestinidad (con un promedio de 300 tortillerías ilegales solo en Tuxtla Gutiérrez).
“No sólo padecemos las citadas problemáticas, también se debe tomar en cuenta que la economía mexicana ha experimentado desde hace meses una constante desaceleración, a la par que la inflación que registra el país es de 7.99%, es decir, la más alta de los últimos 30 años”, recalcó.
El dirigente culpó de la escasez de gas LP al gobierno federal, pues al ser el productor y distribuidor del mismo, debe repartirlo entre las empresas gaseras del país, tarea que no está cumpliendo a cabalidad. “De no resolverse este problema los empresarios del ramo podrían elevar el precio del producto”, dijo.
Salazar Ballinas calificó la situación como delicada y manifestó que aparentemente el gobierno está racionando este subproducto del petróleo, pues no genera lo suficiente. “Lo realmente complejo es que mientras no se normalice el abasto, no sólo serán las tortillerías las que padezcan escasez, sino negocios y casas particulares en general”, analizó
