Amenazan con impedir el paso a sus negocios de inspectores de Salud y Hacienda
Se calcula que existen mil tortillerías en la capital que operan de manera irregular
MISAEL AUTE
Ante la opacidad de las autoridades municipales de Tuxtla Gutiérrez por actuar contra los negocios ilegales que venden tortilla en la capital, José Ramón Salazar Ballinas, presidente de los Industriales “Somos Chiapas”, adelantó que los empresarios del ramo legalmente establecidos se declararían en rebeldía, por lo que dejarían de pagar sus impuestos.
“Este es un ultimátum para las autoridades para que nos informen si establecerán de una vez por todas las reglas jurídicas que marcan el trabajar en una tortillería; ya vemos conflictos entre motociclistas que reparten el producto, quienes ya se lían a golpes debido a que aparentemente ya tiene asignados territorios y nadie puede vender en el terreno del contrario”, dijo.
Recordó que al inicio del conflicto se estableció con el gobierno local que cada negocio tuviera solo un repartidor en moto, pero ello nunca se ha respetado. “Exigimos con sentido de urgencia que se regularice la industria, pues mientras a nosotros el SAT y la Secretaría del Trabajo se muestran agresivas, a los informales nadie los molesta”, detalló.
En entrevista, refirió que son varias las problemáticas con que debe lidiar el empresario que se dedica a esta actividad. “El precio del gas va en aumento y misma situación se sufre con las tarifas de la harina”, consideró y calculó que son mil los negocios irregulares que venden tortilla en Tuxtla. “En contraste sólo hay ocho que tramitaron su licencia este año”, anotó.
Aceptó desconocer porque la autoridad se niega a que paguen todos quienes se dedican a esta tarea. “Debe haber piso parejo sin excepciones, pero los funcionarios que según están ahí para resolver problemáticas, no quieren trabajar y les preocupa más su imagen. Parece que les gusta más tomarse fotografías y hacer reuniones sin sentido”.
Interrogado respecto al monto de las pérdidas económicas que este conflicto origina, Salazar Ballinas ejemplificó que en su caso tiene cuatro tortillerías, donde alcanza a vender la mitad de lo que comercializaba años atrás; “prácticamente solo obtengo mis gastos de operación y el salario de mis trabajadores, a quienes desde hace dos años deje de pagarles el Seguro Social”, confesó.
Dio a conocer que poco más de 300 empresarios del ramo están en la misma situación, muchos de los cuales tuvieron que rentar sus negocios a los repartidores, pues son quienes se han adueñado del mercado. “Antes repartían de casa en casa, pero ahora las comercializan en cualquier punto de venta ya sean tienditas, tendejones y negocios de conveniencia”.
