Inicio Ciudad El almacenamiento masivo de datos acecha al agua en México

El almacenamiento masivo de datos acecha al agua en México

40

Pie de Página

QUERÉTARO. – La mayoría de los recuerdos que Roberto Medina atesora guardan un vínculo con el agua. Nadó en el cercano río Colón, se bañó en los depósitos públicos, recolectó agua de esos pozos. Pero poco queda de todo aquello.

“El río se ha secado, el gobierno municipal cerró hace años los baños públicos, los pozos están casi exhaustos. La sequía ha estado horrible”

se lamentóeste técnico agrícola, de 48 años
La sequía, el acaparamiento y el crecimiento urbano e industrial han pasado la factura hídrica en la zona donde está situado el municipio de Colón, con unos 68 mil habitantes, en el estado de Querétaro.

Medina, casado y padre de una hija y un hijo, señaló que las actividades económicas del municipio, enclavado en la zona semidesértica del país, han migrado de la agricultura y ganadería al turismo y los servicios.

“Se sembraba hortalizas, chile, maíz. Eso se acabó. Ahora hay invernaderos para producción de agroexportación que igual necesitan agua, pero en menor cantidad”, indicó

En un recorrido por el estado, IPS atestiguó la situación, en la que ahora otro actor aparece amenazante en un horizonte ya marcado por el estrés hídrico: los centros de datos.

“En pocos años, la ciudad pasó a tener más de un millón de habitantes. El agua se ha convertido en una preocupación mayor”: Gonzalo Hernández.

Se trata de instalaciones informáticas de almacenamiento masivo de datos de aerolíneas, bancos, empresas telefónicas y otras, en millares de computadoras. Debido a su alto consumo eléctrico, estos centros generan calor cuya disipación es necesario para impedir sobrecalentamiento.

Por ello, recurren a aire acondicionado o bien a torres de refrigeración, en las que se bombea agua fría de grandes contenedores a través de tuberías que pasan entre las filas de las computadoras.

Aunque el enfriamiento líquido contribuye con la reducción de emisiones contaminantes por menor consumo de energía, implica en contrapartida un uso cuantioso de agua. Puede haber también un consumo indirecto, por la utilización del recurso en la generación eléctrica.

on la proliferación de dispositivos, aplicaciones digitales y los nuevos ordenadores entrenados con volúmenes masivos de información, la demanda de centros de datos ha aumentado.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE), que agrupa a los grandes consumidores de petróleo, estima que los centros de datos representan entre 1.5 % y 2 % del consumo mundial de electricidad, y proyecta un aumento a 4 % en 2030.

“Nubes” contaminantes
Por la presencia de trabajadores calificados, prebendas fiscales, abastecimiento eléctrico y la cercanía a Ciudad de México, el estado de Querétaro se ha convertido en un imán de centros de datos.

México hospeda 166 instalaciones de este tipo, por delante de Brasil, con 163. De ellas, Querétaro alberga 10 y se prepara para recibir otros 18, según la gobernación regional. En el mundo, los mayores, receptores son Estados Unidos, Alemania y Reino Unido.

Un centro de datos de 15 megavatios (mw) de capacidad puede requerir de 1.36 millones de litros diarios de agua. Tres módulos situados en los alrededores de Colón, con capacidad total de 52 megavatios mw, demandarían entonces unos cuatro millones de litros.

En Estados Unidos, la huella hídrica directa de 20% de estos centros proviene de cuencas que sufren estrés moderado a alto.

El estado de Querétaro, con más de 2.5 millones de habitantes, presenta una situación hídrica acuciante . De 11 acuíferos, siete padecen déficit, lo que significa que la extracción supera a la recarga, entre ellos el que abastece a la capital del estado, y dos relacionados con Colón.

Además, padecía al 31 de octubre una sequía intensa, según la gubernamental Comisión Nacional del Agua (Conagua).

La medida estándar de la eficiencia de un centro de datos es la eficiencia del uso de la energía (PUE, en inglés), que mide la relación entre la electricidad destinada al funcionamiento de sus computadoras y la orientada a la propia marcha del centro y cuyo mayor fragmento corresponde a sus sistemas de refrigeración.

La consultora tecnológica estadounidense Uptime Institute calcula que un centro de datos tradicional registra un PUE de 1.58, dos tercios equivalente al equipo informático y el resto, al funcionamiento total. Pero un problema consiste en que la media global se ha estancado desde 2018.

El destino hídrico exhibe otra arista del problema. En el estado de Querétaro, Conagua ha entregado 3079 concesiones, de las cuales mil 635 son agrícolas y 116 industriales, por millones de metros cúbicos del líquido. Además, existen 42 títulos de constructoras e inmobiliarias.

Fuera de control
En la capital del estado, uno de los municipios con mayor crecimiento demográfico en México, la población ha atestiguado la expansión y sus impactos.

“En pocos años, la ciudad pasó a tener más de un millón de habitantes. El agua se ha convertido en una preocupación mayor”

aseguró a IPS un repartidor de refrescos al mayor, Gonzalo Hernández.
En su casa, que comparte con su esposa y dos hijos, solo recibe el recurso por las tardes y lo almacena en un depósito (tinaco) de mil litros, suficientes para una semana.

“No hemos tenido problemas, pero nuestro temor es que pronto haya escasez”, expresó.

Un obstáculo radica en la falta de transparencia de las empresas respecto al uso del agua, pues los centros de datos instalados en Querétaro no han revelado esa información.

En 2022, Microsoft utilizó unos mil 700 millones de litros de agua en sus centros de datos. En medio de este panorama, corporaciones como Microsoft y la red social Facebook preparan su desembarco de centros de datos en el centro de México.

El experto agrícola Medina lamentó la falta de medidas al respecto de la crisis. “Ni el gobierno del estado ni el federal hacen campañas. Pareciera que dejan en las manos del ciudadano la solución. Solo les preocupa mover agua de un lado a otro para enfrentar la demanda”, señaló.

Mientras, Rodríguez expresó su preocupación por el origen del recurso. “Con tanta construcción, ¿de dónde van a sacar el agua”?, cuestionó.

Gigantes informáticos como Google y Microsoft pertenecen al mundial Pacto de Energía Libre de Carbono, un instrumento voluntario lanzado en 2021 y que abarca a 141 firmantes, incluidos países y corporaciones.

Sus cinco principios giran en torno ala generación y adquisición de energía limpia, aunque el agua aparece relegada.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí