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Las elecciones 2022 cierran la brecha de género en el mapa político

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Imer Noticias

Las victorias electorales de Teresa Jiménez, candidata de Va Por México a la gubernatura de Aguascalientes y de Mara Lezama, de la coalición “Juntos Hacemos Historia” a la de Quintana Roo, llevaron a que las elecciones del 5 de junio reconfiguraran la presencia de las mujeres en el poder público del país.

Con nueve estados, ahora gobernarán a 26 millones de mexicanos. Además, alcanzaron más gubernaturas que las logradas en casi cuarenta años, desde el primer mandato de Griselda Álvarez en Colima, en 1979.

Las futuras gobernadoras se sumarán a las de Baja California, Campeche, Colima, Chihuahua, Ciudad de México, Guerrero y Tlaxcala. Ya desde el año pasado modificaron la correlación de fuerzas de género en el mapa político.

Más allá de la recomposición de los partidos y las geografías electorales, este hecho es un indicador de la reconstrucción de la democracia en México a partir del principio paritario. Así lo consideró Esperanza Palma Cabrera, doctora en Ciencia Política por la Universidad de Notre Dame y profesora en el Departamento de Sociología de la UAM Azcapotzalco.

“Esto ya es una ola, una ola que no tiene vuelta para atrás. Es algo irreversible porque también ha generado más organización. Sin embargo, demanda de que se cumpla este principio de partidos políticos. Es importante por eso: los partidos ya se ven obligados a postular candidatas mujeres con altos perfiles políticos, amplia trayectoria y que tienen posibilidades de gabar y acceder a cargo ejecutivo tan relevante como una gubernatura”.

Las pioneras

A lo largo de la historia, México solo había tenido ocho mujeres al frente de los poderes ejecutivos en los estados. La primera fue Griselda Álvarez, en Colima.

A ella siguieron Beatriz Paredes, en Tlaxcala; Amalia García, en Zacatecas; Ivonne Ortega, en Yucatán; Claudia Pavlovich, en Sonora; Martha Erika Alonso, en Puebla; Rosario Robles, en la jefatura de gobierno del Distrito Federal; y Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México.

Tanto Jiménez como Lezama son las primeras mujeres en llegar a la gubernatura en sus estados. Llegar al cargo es solo el comienzo: sigue la consolidación de la paridad, ya en el gobierno.

“Tendríamos que avanzar más en gabinetes paritarios, agendas de gobierno con perspectiva de género. Pero también los candidatos, los gobernadores deberían impulsar agendas de gobierno con perspectiva de género”.

El desafío hacia la presidencial

La paridad abre un desafío para los partidos políticos rumbo a las elecciones presidenciales de 2024.

¿De qué se trata? Las reglas de paridad tendrán que aplicarse en la selección interna de su candidatura. Desde ya, afirmó la especialista, se puede anticipar que será un punto de conflicto.

“Ahí se va a abrir un escenario de debate y conflictos en los partidos políticos, porque las relaciones de poder dentro de los partidos se han estructurado con enfoque muy masculino, durante décadas tuvieron solo hombres, entonces esto implica reacomodos y distinta formas de selección de candidaturas dentro de partidos políticos”.

Otras lecciones

A partir de las elecciones presidenciales de 2018, Morena se convirtió en la primera fuerza política del país, al crecer de solo tres hasta 20 gubernaturas y la mayoría en 22 congresos de 32 entidades federativas.

La velocidad de crecimiento de un partido con menos de diez años de existencia ha sido considerada, por analistas, como la antesala de que Morena se convierta en un partido hegemónico. Para el politólogo Juan Luis Hernández Avendaño, en realidad, aún no llega a ese escenario.

Más bien, destacó, el desafío para el partido guinda es otro: satisfacer las expectativas de gobierno en estados donde predominaron otros partidos durante décadas, como Hidalgo y Oaxaca. Considerando la trayectoria de Morena como oposición, la exigencia ciudadana será alta.

“Este apoyo de electores tiene que ir acompañado de un reto para gobernar bien, lo que toca a MORENA es tener buenos resultados porque electores mexicanos están cada vez más presionando a gobiernos electos para que gobiernen de mejor manera”.

Mientras tanto, en la oposición, habrá una primera medición de fuerzas dentro de la alianza Va por México, entre el PAN -que tiene cinco gubernaturas y mayoría en seis congresos locales- y el PRI, que aún retiene el Estado de México, Coahuila y ganó en Durango y debería estar pensando en su relanzamiento.

“No ha hecho lo que debió haber hecho desde 2018: una refundación del partido, un partido nuevo, como pasó en Europa del Este cuando los partidos cayeron después del bloque soviético, al final es de cambiar la agenda política y no lo han hecho, se han tardado en saber qué partido van a construir de cara a la nueva mayoría que MORENA va a encabezar en los próximos años”.

Otros partidos aún seguirán en la carrera, como el Verde Ecologista (con la gubernatura en San Luis Potosí) y Movimiento Ciudadano, con los gobiernos de Jalisco y Nuevo León. El PRD ya no gobierna ninguna entidad.

“Está a la puerta de su desaparición, es partido irrelevante, no tiene nada qué agregar ni nada qué diferencias de otros partidos, es un partido rémora en alianza con el PRI PAN y no aporta más que el membrete”.

Estos son algunos de los escenarios a los que se enfrentan las fuerzas partidistas en México y que, a partir del próximo 12 de junio, con las tareas iniciales de organización que realizará Morena en Toluca, se enfilarán hacia su próxima batalla: las elecciones por la gubernatura de Coahuila y del Estado de México, enclave histórico del PRI.

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