A pesar de la derrota, deja grato sabor de boca el terminar con tres chiapanecos en cancha, de cuatro que vieron actividad
Cuando el silbatazo final del juego llegó, la noche de este martes en Monterrey, el marcador pasó a segundo plano, quizá el castigo fue demasiado, pero había objetivos que cumplir para Cafetaleros de Chiapas y Diego de la Torre conocía la misión, después de encontrar elementos en las categorías inferiores, era tiempo de cumplir un clamor popular en Chiapas, incluir en el plantel a jugadores oriundos de esa sede.
De arranque, en el once inicial arrancaron dos, con Angelo Costanzo en la zaga, además de Andrés Andrés Velázquez, dos chiapanecos que verían sus primeros minuto en esta competición.
El inicio del duelo fue parejo, los dos conjuntos buscando la forma de hacerse daño y fue Cafetaleros el que tuvo la más clara, una individual de Franco Arizala que se postró frente al portero, pero estrelló el disparo en la humanidad del cancerbero para desaprovechar la oportunidad de tener la ventaja.
Comenzaron a aparecer los errores, cuando en una jugada fortuita Freddy Cabezas cometió mano dentro del área, para que Janssen abriera el marcador y terminó por inclinar la balanza a favor del local, que para los primeros 45 minutos se llevó tres goles de ventaja en el marcador.
Había una sensación de injusticia, pues había sido un muy buen primer tiempo de Cafetaleros, que no pudo reflejar en el tanteador.
Diego de La Torre no se tentó el corazón para moverle al equipo, una vez reanudado el juego, en algunos minutos, puso a un tercer chiapaneco en la cancha, cuando Roberto Meneses ingresó de cambio por Angelo Costanzo y minutos más tarde, abandonaría la cancha Eduardo Hermosillo para dejar su sitio a otro debutante, otro chiapaneco que fue Rodrigo Guillén con lo que se mantenía el número de jugadores “locales” para el “aromático”
Pudo Cafetaleros descontar y echar a andar su marcador, pero la pelota no quiso entrar, como un remate con la cabeza de Franco Arizala que, dramáticamente, recorrió la línea de gol hasta que un defensor llegó a reventar el balón.
Demasiado castigo para un equipo que no le tembló la mano para colocar elementos de casa en un juego importante, pensando en que la calificación estaba en el bolsillo y que era una oportunidad inmejorable para comenzar a curtir a quienes están llamados a convertirse en los referentes del plantel, que volverá a casa pensando en cerrar de la mejor manera el torneo y comenzar el análisis general de un torneo en el que se pudo completar un objetivo, la calificación en Copa MX y con la asignatura pendiente en el Ascenso, para el que se pondrán manos a la obra.
