Milenio
Un Tribunal Federal rechazó amparar al peligroso secuestrador Andrés Caletri, El Italiano, quien “vendía” o “compraba” a sus víctimas a grupos criminales, mismo que plagió al hijo y sobrino de los sanguinarios secuestradores Aureliano y Daniel Arizmendi López, El Mochaorejas, y que logró fugarse en tres ocasiones de prisión.
Andrés Caletri pretendía echar abajo la sentencia 24 años cinco meses de prisión dictada por la Primera Sala Especializada en Ejecución de Sanciones Penales del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, en 1996.
Los magistrados locales lo encontraron responsable de los delitos de evasión de presos, por su fuga del penal de Santa Martha Acatitla en 1992, asociación delictuosa y robo calificado.
El secuestrador volvió a escapar de la cárcel en 1995 y en 1998, hasta que el 21 de febrero de 2000, la Procuraduría General de la República (PGR) logró capturarlo en Pinotepa Nacional, Oaxaca. Cuando la PGR lo presentó a los medios de comunicación Caletri López exclamó con risa burlona: “Nos vemos en el infierno, nos vemos en el más allá”.
El delincuente que permanece interno en el penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, secuestró al más alto directivo de la compañía Chrysler en México, además de empresarios textileros y dueños de cadenas de hoteles.
Por unanimidad, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal resolvió negar la protección de la justicia al delincuente que promovió un amparo directo contra la sentencia de la Sala local.
La determinación ya fue impugnada por el secuestrador, por lo que será la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la que confirme, revoque o modifique el fallo del Tribunal Federal, sentencia que en caso de ser ratificada pondrá fin solo a este caso.
El Tribunal Colegiado también ordenó a la Sala del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México dar vista a la Fiscalía General de Justicia de capitalina para que inicie una investigación para determinar si Andrés Caletri fue víctima de tortura, porque en actas “no aparece el certificado médico practicado” al secuestrador tras el cumplimiento de la orden de aprehensión ni tampoco se advierte que al declarar en vía preparatoria haya hecho manifestaciones referentes a la tortura que, hasta después, relató en su ampliación.
“Resulta oportuno ordenar dar vista al Ministerio Público de la adscripción de la Sala responsable, así como al Fiscal General de Justicia de la ahora Ciudad de México, para que, en el ámbito de su competencia, inicien una investigación, de manera pronta, objetiva e imparcial, con la debida diligencia, cuidado, profundidad y profesionalismo”.
Los magistrados federales llegaron a la conclusión que los medios de prueba que fueron aportados en el juicio contra El Italiano aportan los indicios suficientes para tener por comprobado los elementos que integran los delitos que se le imputan, ya que quedó demostrado que Andrés Caletri y por lo menos cuatro sujetos más formaron parte de una banda que tenía el propósito de delinquir, lo cual específicamente consistió en que planearon y ejecutaron su fuga del penal y una vez en libertad, continuaron en dicha asociación con el objeto de planear y ejecutar conjuntamente robos a bancos y empresas con el objeto de reunir dinero.
El año pasado, un juez federal también lo sentenció a 11 años de prisión, solo por delitos federales. La Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), y la Fiscalía Especializada de Control Regional (FECOR), de la Fiscalía General de la República (FGR), lograron acreditar que Andrés Caletri es responsable de los delitos de delincuencia organizada, en la modalidad de secuestro y portación de arma de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
El año pasado, la SCJN desechó una petición del secuestrador, quien solicitó la intervención del máximo tribunal para tener acceso a una justicia “pronta y expedita”. Cabe recordar que El Italiano reclutó a su grupo delictivo a Álvaro Darío de León Valdez, El Duby, quien perteneció a la banda de Los Narcosatánicos, que dirigía el cubano Adolfo de Jesús Constanzo.
