Imer Noticias
Una expresión bastó para que quedara expuesta la creciente tensión entre las y los integrantes de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Ocurrió durante la sesión pública a distancia de este miércoles, cuando inició el debate del proyecto de la magistrada Mónica Aralí Soto sobre un tema de paridad. El Tribunal Electoral de Tamaulipas declaró que el INE en la entidad no fue omiso en generar lineamientos para garantizar que las mujeres puedan ocupar la Secretaría Ejecutiva o ser titulares de Direcciones y Unidades Técnicas. La magistrada propuso que el INE sí estaba obligado a hacerlo y planteó revocar la decisión del tribunal.
La magistrada Janine Otálora se mostró en contra. Soto adelantó que los demás compañeros votarían igual y la respuesta del presidente de la sala José Luis Vargas Valdez detonó la confrontación.
“Yo le diría que en mi caso no es así, es decir, yo sí lo aclaro: mi voto es independiente, mi voto no va en grupo o en manada, mi voto es individual y es responsable, a partir de cada caso concreto”.
La respuesta de Otálora fue inmediata:
“No somos una manada ni integrantes de una manada. Nuestros votos, el mío, el de, me parece de todos, son votos fundados, son votos independientes. Yo no me permitiría en una sesión emitir calificativos sobre la manera en la que vota alguno de mis colegas. Por ende, le pediría más respeto a este Pleno”.
José Luis Vargas intentó disculparse:
“Fue metafórico, le pido una disculpa, si esa le ofendió y pues que quede la claridad de que estoy refiriéndome a mi voto, que mi voto es individual y mi voto es plenamente congruente a partir del caso concreto”.
Pero la disculpa no fue suficiente. Los magistrados Reyes Rodríguez Mondragón, Felipe Fuentes y Felipe de la Mata Pizaña se sumaron a la postura de su compañera.
“Yo me hago responsable individualmente de mis votos, de la congruencia de los mismos, lo cual puedo demostrar y tengo documentado. Y votar en el sentido de una mayoría, de ninguna manera es votar, como usted lo ha señalado, como manada”, dijo Reyes.
El magistrado Felipe de la Mata Pizaña consideró irracional las acusaciones del presidente.
“Me parece que sería de otra forma, inclusive irracional, hacer acusaciones de grupos o manadas que no existen y que no se pueden comprobar”.
El magistrado Indalfer Infante González se sumó a la crítica y pidió al presidente de la sala respetar la institución.
“Usted, señor presidente, que dirige este Tribunal, que es la cara del Tribunal y que por lo tanto, creo que deberíamos cuidar todo este tipo de expresiones que causaran o que pudieran generar incomodidad u ofensas tanto a la institución, como a los integrantes de este Pleno”.
Vargas insistió en que no había faltado al respeto a sus compañeros:
“Yo nunca he faltado el respeto a este Pleno, nunca he dado un adjetivo a ninguno de ustedes y simplemente dije que yo no voto de esta manera, fue lo único que dije. Entonces, también, por favor, evitemos seguir haciendo algo o generando un tema donde no lo hay”.
Al intervenir por última vez en el debate, la magistrada Mónica Aralí Soto pidió continuar discutiendo el proyecto e insistió en la defensa de los derechos de las mujeres. Al final fue votado tal como lo predijo: con cinco votos en contra y dos a favor, el de ella y el del presidente.
