Pescadores de Tabasco aseguran que la muerte de decenas de manatíes y otras especies, de mayo a la fecha, no es la única consecuencia de la contaminación de las aguas: advierten que la población sufre ya daños en la salud, que de no atenderse podrían derivar en decesos.
Los manatíes habitan en la zona Pantanos de Centla, Tabasco, decretada como Reserva de la Biósfera el 6 de agosto de 1992 e inscrita en la Lista de Humedales de Importancia Internacional, en 1995. Dicha reserva abarca 302 mil 706 hectáreas en los municipios de Centla, Jonuta, Macuspana y Campeche, y alberga uno de los sistemas hidrológicos más grandes del país que incluye los ríos Grijalva y Usumacinta.
La versión oficial por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha sido que han muerto 30 ejemplares, aunque pescadores de la localidad afirman que la cifra es al menos tres veces mayor. Las causas de los decesos, informó la dependencia federal hace algunos días, son multifactoriales, pero subrayó que los cadáveres no han presentado huellas de daños provocados por actividades realizadas por el hombre.
No obstante, Joaquín Madrigal Olán, presidente de la Confederación de Sociedades Cooperativas de Producción Pesquera y Acuícola “El Faro”, sostiene en entrevista para SinEmbargo que las causas de esos decesos son en primer lugar los escurrimientos y fugas de pozos y ductos abandonados pertenecientes a Petróleos Mexicanos (Pemex), además del vertimiento de residuos domésticos y el cambio climático.
“El principal detonante de estas muertes son los escurrimientos y las fugas de la extracción de gas que Pemex provoca en la región. Recientemente en Jonuta se suscitó una fuga de gas en una línea de diez pulgadas en el poblado José María Pino Suárez. Esa fuga estuvo tirando combustible durante cinco días seguidos y la muerte de peces se incrementó”, relata.
Sin embargo, hace algunos días en entrevista para Televisa, Rafael Pacchiano Alamán, titular de la Semarnat, descartó que un derrame de la paraestatal causara la muerte de los manatíes.
El martes pasado, en reunión entre autoridades, se dio a conocer que la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) realizará inspección permanente “en el 100 por ciento de las instalaciones de Pemex”.
“Pemex no puede eximirse de esa culpa porque brota el aceite en las lagunas, lo que ha provocado mortandad de peces y otras especies”, recrimina el líder de los pescadores tabasqueños.
En el caso de los residuos sanitarios, comenta Madrigal Olán, las plantas de tratamiento de aguas residuales no funcionan adecuadamente, por lo que los desechos de las viviendas se arrojan directamente a los cuerpos de agua que impactan a los ríos Grijalva, Usumacinta y los Bitzales.