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Recalcitrante, pedagogía del Telebachillerato Comunitario

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Los logros "sin sueldos".
  • Un total de 690 maestros de este nivel, distribuidos en 230 planteles, refrendan continuar en la lucha por un mejor Chiapas
  • Pese a que no reciben el pago de sus salarios, logran sacar adelante a los jóvenes de comunidades más apartadas de la “civilización”

 

 Helene Guillén

Hace más de cinco años, en septiembre de 2013, varios docentes se dirigieron a distintos lugares para formar jóvenes, para construir nuevas actitudes. Ese era su objetivo, su reto al ingresar al famoso Modelo Educativo Telebachillerato Comunitario (TBC) que se lanzó con el propósito de abatir el rezago educativo del Nivel Medio Superior del país y del estado de Chiapas. Al llegar al lugar destinado se encontraron con un nuevo desafío, una barrera no imposible pero si difícil de vencer.

Ellos como muchos otros lo único que tenían era lo que llevaban consigo y así se enfrentaban a este nuevo mundo educativo.

¿Cómo impartirían clases?, ¿en dónde darían clases?, ¿con qué recursos enseñarían?, estas eran solo algunas de las interrogantes que la mayoría de los docentes se hacía al encontrarse sin nada en una comunidad rezagada, olvidada.

Entonces los docentes, junto con los padres de familia iniciaron su objetivo: crear escuelas, analizando el presente para construir el futuro educativo de las y los jóvenes que se merecen oportunidades para salir adelante.

Las razones por la que ellos tienen que crear sus “propias” escuelas son por la pobreza, la desigualdad, las deficiencias presupuestales, de infraestructura y de planificación en el sistema de educación en el estado. Puesto que sería mucho esperar a que las autoridades encargadas de la educación pública solucionen este problema, si de por si la oferta educativa es pobre, paupérrima es la que le toca a los pobres.

Jóvenes y no tan jóvenes esperaban con ansias un proyecto educativo para superarse, la pobreza no frena su sed de estudiar. No los frena nada, ni los largos trechos que tienen que caminar.

Los docentes se dieron a la tarea no solo de enseñar, sino también de gestionar y crear sus propias aulas de enseñanza para aquellos que carecen de una vivienda digna, agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, los que cuidan a sus hermanos menores, los que trabajan. Los Telebachilleratos Comunitarios carecían de todo.

Actualmente son 230 planteles distribuidos en toda la entidad, con un total de 690 docentes. Han pasado cinco años y aquellos llamados TBCs que no contaban con nada, hoy cuentan con mucho o poco pero es lo que cada docente ha logrado a través de sus propias gestiones, a través de sus propias habilidades trabajando en conjunto con sus comunidades

Hoy algunos tienen terrenos donados para construir sus escuelas, aulas de concreto, aulas de madera, sillas donadas, computadoras, pizarrones, ventiladores, recursos deportivos, cursos de salud, de primeros auxilios para los jóvenes, internet, bicicletas, uniformes, bibliotecas, baños para los alumnos, canchas deportivas, laboratorios, archiveros, impresoras, por citar solo algunas de las tantas gestiones que estos docentes han hecho con el apoyo de los padres de familia.

La incógnita es ¿Qué ha hecho el gobierno respecto a los telebachilleratos comunitarios?, ¿qué hacen con el presupuesto que le corresponde a este subsistema?, ¿Qué han logrado los de Secretaria de Educación Pública?

Han logrado que los docentes de este subsistema pasen a ser “voluntarios”, contrariando todas las regulaciones estatales y federales. Han logrado la falta de pago de los meses de septiembre, octubre, noviembre, diciembre y aguinaldo del año 2017. Han logrado la falta de pago de los meses septiembre, octubre y noviembre del 2018. Han logrado las carencias de infraestructura de este subsistema. Han logrado el NO decreto de creación del Telebachillerato Comunitario, pese a que ya han pasado cinco años de su creación y pese a un sinnúmero de jóvenes que han egresado del mismo.

Son los docentes, padres de familia y alumnos que han realizado grandes avances en el área educativa, todavía falta mucho por considerar pero a pesar de las inclemencias por las que han pasado, quieren y tienen la vocación de seguir construyendo un futuro mejor.

Maestros y padres de familia han trabajado para lograr lo que han obtenido, han luchado por sus propias aulas, han conseguido con esfuerzo, dedicación, tiempo y dinero propio la construcción de las escuelas, están logrando sacar adelante a las comunidades más apartadas de la “civilización”.

Llegaron sin nada, lo único que tenían era lo que llevaban consigo y ahora tienen mucho como satisfacción personal. Su objetivo no solo es enseñar, sino preparar a los jóvenes para un mejor futuro con la creación de lugares dignos para ellos. Pero en ese voluntarioso accionar, los maestros, los profesores que aspiran a un mejor Chiapas también necesitan que les paguen. Así, a secas, la crisis económica por la que sus familias están atravesando por el no pago por sus servicios por parte del gobierno, éste último quiere mantenerlos en una encrucijada; seguir o no seguir. Pero no se equivoquen, la pedagogía está más recalcitrante: vamos a continuar en la lucha por un mejor Chiapas.

 

 

 

 

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