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Muere madre de Sabines; en el Hospital Mocel se contagió de coronavirus, dice

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El exgobernador chiapaneco y Consúl de México en Orlando escribió:

Mi Madre a la que amo con toda el alma, la noche de anoche fue llamada por el Señor Todopoderoso. No la venció el doble cáncer hepático que padecía.

Murió a 3 días de cumplir 94 años, por supuestas complicaciones de Covid19, aunque en realidad fue por una arritmia, que se convirtió en paro, o tal vez un mal manejo en la terapia intensiva del Hospital Mocel.

Al Mocel fuimos el lunes 11 de mayo para una tomografía de control, para que le pusieran sangre y para una gastrotomía, pero seguramente se contagió en esos días del Coronavirus en el Hospital. Todo iba muy bien, ya la habían dado de alta cuando la oxigenación cayó a 78 y la placa de tórax completamente blanca del viernes 15 nos hablaba de Covid.

De ahí la bajaron a terapia intensiva donde extrañamente le negaron la posibilidad de trasladarla para recibir plasma de anticuerpos a pesar de contar con 3 donadores.
Después yo salí positivo, contagiado y me hospitalizaron en el piso Covid. Fue la última vez que la vi.

La amarga y dolorosa experiencia en el Mocel, contrasta con un médico intervencionista maravilloso, el Dr José Luis Ríos, humanista, talentoso, experimentado y único médico certificado para colocar el Therasphere en México, con lo que a mi mamá le redujeron al 50% el tumor. Siempre mi gratitud y reconocimiento al Dr. Ríos.

Gracias también a Goga, Chiquis y Liliana que estuvieron siempre pendientes de su salud en los últimos años y a todas sus sobrinas y amistades.

Gracias a las y los amigos que estuvieron orando por ella, entre ellos muchas participantes de Señorita México por 4 décadas.
Goyita ya se fue sintiéndose orgullosa de ustedes.

Estas penas también son oportunidades para vivir y reconocer la amistad sincera, gracias a todas y todos nuestros amigos que estuvieron pendientes de su salud.

En especial a los que sobrepasaron el concepto de amistad como Monseñor Rogelio Cabrera por sus oraciones y guía espiritual. Al Dr Nemesio Ponce que la estuvo asistiendo desde que el cáncer comenzó en enero hasta el último momento de su existencia.

También gracias a Willy, otro amigo excepcional de los que ya no quedan. Gracias también a Zoé, Lupita Rovelo, al Dr. Samuel y Carolina, mil gracias a ellas y ellos, que Dios los bendiga siempre.

En un duelo hay abrazos, velorio, rezos, misas, rosarios, novenarios, se reúne la familia, pero ahora por la tragedia que vivimos nada de eso está permitido, como en los tiempos de la lepra.

¿No entienden que una persona fallecida al no respirar ya no contagia?

Aún no he podido abrazar a mi madre, ni a mis hijos, solo a Isabel, mi compañera de vida, Dios y ella y nuestros hijos son mi consuelo.

Isabel fue más allá, fue el ángel de la guarda de mi mamá, nadie cuidó mejor a mi Madre que mi preciosa Isabel. Todo lo que soy y me quede lo consagro a su amor por el resto de mi vida. Gracias mi amor por amarla tanto o más que yo.

A mi mamá solo pudimos velarla en casa no más de 12 personas y después al panteón Jardín donde descansarán sus restos cerca de sus padres. Por lo que pido su comprensión.

Todo fue tan rápido, tan fuerte, tan injusto. Tanto amor para morir sola, intubada, confinada, aislada. Sin ningún auxilio religioso porque también están prohibidos. Desde luego nos alienta las indulgencias que SS Francisco dio a las víctimas de Covid y la bendición de Monseñor Rogelio Cabrera que le dedicó está mañana, así como las oraciones de un gran número de queridos sacerdotes y pastores de distintas denominaciones cristianas. Gracias!

Duele que una enfermedad así, evitable, termine con una vida llena de amor de 94 años por descuidos y por no tomar con toda la seriedad a la Pandemia.

Recuerdo que cuando estuve al frente del manejo de una Pandemia en 2009 con más de 3,700 casos y 36 fallecidos, no paramos de hacer pruebas todos los días, estuvimos de casa en casa con brigadistas buscando casos positivos para darles tratamiento, a pesar de que había quienes pretendieron terminar por decreto la pandemia.

De la SSA en 2009 nos dijeron que para reducir los contagios había que reducir el número de pruebas solo a hospitalizados y extranjeros, pero no nos prestamos a esa farsa.
De hecho tomamos las medidas que la OMS/OPS y el Consejo Consultivo Ciudadano de salud nos indicó.

Si bien nos convertimos en el Estado con más casos detectados, también en uno con la tasa de letalidad más baja sin esconder ni maquillar cifras y la SSA lo intentó justificar como «un rebrote» que jamás existió porque nunca pasó un solo día sin que detectáramos nuevos casos en el Laboratorio Estatal.

De cada deceso estábamos al pendiente de la familia, creo que eso hace una diferencia importante.

Me aflije escuchar que ya se hable del tiempo post-covid y del regreso a la normalidad, ¿a cuál normalidad se refieren? Parece que ya estuviera todo bajo control, en realidad dista mucho que sea así.

Adquirimos la RT-PCR en 2009 para el laboratorio estatal de salud y equipamos a los hospitales con ventiladores de 29 a más de 150 unidades de los que solo se ocuparon 86 al mismo tiempo. Conocíamos a cada caso por su nombre.

Ahora las autoridades de 1er nivel nos dicen todo lo que no se puede hacer con una persona fallecida, pero que tal los bancos y muchas tiendas siguen llenos.

Por eso con mis hijos nos propusimos ser fuertes, no llorar, porque no podemos abrazarnos, ni consolarnos unos a otros.

A mí me faltan 2 semanas de confinamiento para hacerme otra prueba y saber si ya no contagio. Mientras, aislados a vivir el duelo en silencio.

De algo estoy seguro es que no volveremos a ser los mismos y si salimos a lo mismo, de nada habrá servido el sacrificio de cientos de miles de víctimas en el mundo, más los que faltan desgraciadamente.

Aún no hay ningúna cura ni remedio probado como en su momento fue el oseltamivir para el AH1N1 por lo que no podemos arrear banderas, no hay prisa, la vida es irreparable e irrepetible, todo lo demás va y viene. No se puede aspirar a una buena salud económica sin una buena salud pública.

Mi solidaridad con todos los que han perdido un ser amado por causa del COVID 19 y por negligencia médica.

En mi familia decidimos vivir el duelo por la partida de Awe durante el confinamiento, para dedicarnos al ayuno y la oración por lo que estaremos desconectados un tiempo sin recibir llamadas ni mensajes ni correos.

Quedarse en casa hasta ahora es lo único que se puede hacer para evitar contagiarse. Y si ya lo padece, no salga, no contagiemos a nadie más los que somos positivos de Covid.

Estaré públicando la experiencia en Chiapas para la atención a la Pandemia y para la reactivación economica, con el único propósito de que sean ideas que se puedan retomar o desechar con toda libertad.

Sus plegarias por el eterno descanso de su alma son bienvenidas, esperamos que el Señor nos dé pronto consuelo, gracias por sus oraciones, su cariño y amistad con mi Mamá.

La Amistad no termina con la muerte, ni la relación de madre e hijo, ni abuela y nietos. Ahora está presente en nuestras vidas cada instante.

Tuve el privilegio de estar con ella todos los días desde que le detectaron el cáncer, de acompañarla, de decirle en vida miles de veces que la quiero. Por eso estoy tranquilo. Cuántos padres se van sin escuchar un te quiero.

Hoy parece que fue un sueño su amor y su carácter, eso no se va. Dios es un Dios de vivos, y ella estoy seguro goza en la presencia del Señor.

Gracias Mamá. Te amo.

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