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Las Áreas Naturales Protegidas, recurso para prevenir la deforestación

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Gaceta UNAM

Poco más del 90 % de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) han sido efectivas en prevenir la deforestación, revelan los primeros resultados de un estudio encabezado por el investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, Víctor Sánchez Cordero.
En el marco del Día Internacional de la Diversidad Biológica, que se celebró ayer, el especialista en biología y conservación recordó que México es uno de los países más importantes en cuanto a biodiversidad, por su patrimonio natural reflejado en el número de especies de vertebrados y endémicas, así como plantas vasculares de estos grupos biológicos, mismos que lo ubican entre los primeros cinco lugares a nivel mundial.

Sánchez Cordero reflexionó: “Esto claramente refleja que, en los últimos 30 años, el gobierno mexicano ha realizado una labor muy destacada para lograr la meta de que las ANP funcionen correctamente y sean los instrumentos más importantes de conservación que prevengan o detengan la deforestación y, por lo tanto, sean garantes de custodiar la biodiversidad.

El también presidente de la Lista Verde de Áreas Protegidas y Conservadas- México de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) estimó que este resultado confirma la enorme y excepcional riqueza del patrimonio natural que tenemos reflejada en la biodiversidad, por lo que el gran reto es continuar su resguardo.

Destacó que desde hace tiempo se ha documentado en el mundo que el establecimiento de áreas naturales protegidas son instrumentos para prevenir la deforestación y, por lo tanto, preservar la biodiversidad y la función ecológica de las especies en los diferentes ecosistemas.

Según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), nuestro país cuenta con 226 ANP, de las cuales 187 son exclusivamente terrestres, 31 terrestres-marinas, y ocho únicamente marinas. Y para probar su trabajo, hacia 2010, el laboratorio de Sánchez Cordero realizó un primer análisis de estas áreas considerando el periodo de 1993 a 2002, en el que revisaron los niveles de deforestación dentro de las ANP y superficies equivalentes fuera de ellas.

En aquella ocasión se reveló que más de tres cuartas partes de las ANP fueron efectivas en prevenir la deforestación, e inclusive, en algunos casos se fomentó la reforestación y, sólo en el 25 % de las áreas analizadas se observó una mayor deforestación dentro, respecto a lo que sucede fuera de ellas.

Actualmente, con apoyo del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, Sánchez Cordero y Daniel Auliz, posdoctorante del IB, realizan un segundo análisis que compara la deforestación de 2000 a 2019 en 85 ANP. Los primeros resultados indican que poco más del 90 % de éstas fueron efectivas en prevenir la deforestación, en comparación con áreas equivalentes que no están protegidas.

Sánchez Cordero expresó: “La gran mayoría de las ANP que analizamos fueron efectivas, y muchas de ellas mostraron no solamente una prevención en la deforestación, sino una reforestación muy importante. Estos resultados representan una mejoría sustantiva en el manejo de las ANP, al pasar del 75 al 90 % de efectividad”.

Entre los factores que analizan Sánchez Cordero y su equipo, está revisar la frecuencia con la que se presentan fenómenos como incendios, inundaciones o sequías dentro de estas áreas.

Adicionalmente, recordó que a raíz del declive poblacional de la mariposa monarca en las zonas donde hibernan, el gobierno federal estableció, junto con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, un programa sobre el monitoreo del lepidóptero a lo largo de la ruta migratoria del Este, en el que se vieron involucrados 13 estados, 51 ANP federales y estatales, y 140,000 personas que asistieron a talleres para ser capacitadas y tomar datos esenciales de la mariposa. Como resultado de este esfuerzo se obtuvo información acerca de los lugares por donde migran las monarcas en el otoño y la primavera.

Esto es un ejemplo claro de que la sociedad está ávida de participar y entender esta conexión natural entre el humano y la naturaleza, finalizó Sánchez Cordero.

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