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Con una participación del 70.40 por ciento de los y las electoras, el Partido Popular se convirtió en la principal fuerza política de España con 136 diputados.
No obstante, ni el bloque de derecha ni la coalición de partidos de izquierda obtuvieron la mayoría absoluta en el Congreso tras las elecciones del domingo. Es decir, ninguno alcanzó los 176 legisladores necesarios para imponer al próximo presidente de España.
Por un lado, la alianza conservadora, integrada por los Partidos Popular y Vox, se quedó a siete diputaciones de dominar el Congreso, mientras que los partidos Sumar y Socialista Obrero Español les faltaron 23.
Ante este escenario, el candidato del Partido Popular, Alberto Pérez Feijóo, recalcó que “ganó las elecciones y le corresponde gobernar”. A cambio, prometió un gobierno en favor de la mayoría de los y las españolas.
“Los españoles hoy nos han dado la confianza en el Partido Popular y también han dicho a todos los partido del arco parlamentario que dialoguemos. Como candidato del partido más votado creo que mi deber es abrir el diálogo para liberar ese diálogo e intentar gobernar nuestro país de acuerdo con los resultados electorales”.
Pedro Sánchez celebra segundo lugar
A la par, el mandatario e integrante del Partido Socialista Obrero Español, Pedro Sánchez, aseguró que son muchos más los y las ciudadanas que quieren un gobierno progresista.
Pese a los resultados, celebró que recibieron más votos y dos diputaciones más que hace cuatro años.
“Hemos sacado más votos, más escaño y más porcentaje que hace cuatro años. España y todos sus ciudadanos que han votado han sido meridiana y rotundamente claros, el bloque involucionista de retroceso que planteaba una derogación total de todos los avances que hemos logrado en los últimos cuatro años ha fracasado”.
Vox, el más dolido
Uno de los partidos menos favorecidos con la jornada electoral fue Vox, el partido de ultra derecha, que perdió 19 diputaciones en comparación con las elecciones del 2019.
En un mensaje a sus simpatizantes, el presidente del partido, Santiago Abascal, responsabilizó al Partido Popular y una supuesta campaña mediática en contra de Vox de los resultados en las elecciones.
“Hemos estado toda la campaña del peligro de unas encuestas claramente manipuladas que han llevado a algunos a vender la piel del oso antes de cazarlo. Han tenido una clara consecuencia, la desmovilización. Ver algunos repartiéndose ministerios, nombrando vicepresidencias, decidiendo que no había que acudir a los debates presidenciales”.
Tras estas votaciones, los dos principales bloques políticos deberán negociar alianzas con los otros siete partidos restantes para decidir si reeligen a Pedro Sánchez cuatro años más como presidente o si optan por Alberto Pérez Feijóo.
