Invasores de Antorcha Campesina construyeron a 3 metros de la vía; 60 ya estaban asentadas.
Tabasco Hoy
Palenque.-Un total de 310 familias se han apropiado de siete kilómetros, en ambos extremos, de los derechos de vía de la red ferroviaria en Chiapas por donde pasará el Tren Maya, en el tramo Selva 1, que va desde Palenque a la altura de la comunidad conocida como Pakalná. El tramo invadido inicia antes de la estación actual del tren de Palenque, rumbo al sur hasta la localidad ‘El Roble’, distante a 140 kilómetros de la ciudad de Villahermosa, Tabasco.
De acuerdo con comuneros, de las 310 familias señaladas como invasoras, 60 de ellas ya estaban asentadas desde antes que se anunciara el proyecto del Tren Maya, mismas que fueron censadas y por lo tanto recibirán un trato especial; sin embargo, el resto ha empezado a especular con los terrenos y es común que se observen áreas loteadas que se venden entre ocho mil hasta 50 mil pesos.
En el primer kilómetro se encuentra el ‘Barrio de los Olvidados’, en donde se asientan familias censadas y también invasores que se han apoderado en las últimas semanas de cañadas e incluso de zonas lagunares. En los siete kilómetros restantes existen 250 personas que reclaman la devolución de los ocho mil pesos que pagaron para dejar los supuestos predios comprados a la líder Bertha Calacich; sin embargo, no cuentan con algún documento que los acredite como dueños de la propiedad que reclaman.
«Tenemos nuestros solares, a nosotros nos los vendieron a ocho mil pesos. Aquí hay muchas personas que agarraron los pedazos (y los compraron) y ahora como nos están sacando por lo del tren, ya los están vendiendo», expresó Bertín Sánchez Álvarez, habitante de la colonia ‘El Roble’.
Grupo Cantón se trasladó desde Villahermosa a Pakalná, Palenque, y al llegar hasta ‘El Roble», a escasos metros del rancho ‘Don Miguel’, se pudo constatar que fueron colocados letreros hechizos con nombres y números telefónicos de los presuntos propietarios, entre ellos Luz de Alba Guzmán Cabrera, Juventino Z, Oralia Esther Hernández, entre otros.
También se observó que hay pequeños predios que acaban de ser desmontados para ser ocupados, aún cuando los lotes carecen de todos los servicios, incluso ni siquiera hay caminos de acceso. En el camino se puede apreciar que taludes de barro rojo fueron retirados para construir pequeñas casas de lámina, que no están habitadas.
