· Comienza entre los 15 y 25 años de edad
· Propiciar un entorno libre de estrés en favor del paciente
· Baja autoestima, deseos de morir, euforia desmesurada, consumo de drogas, promiscuidad y conducción peligrosa
En el marco del Día Mundial del Trastorno Bipolar, a celebrarse el 30 de marzo, la Oficina de Representación Chiapas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a través de la Jefatura de Servicios de Prestaciones Médicas (JSPM), otorga herramientas de apoyo que concientizan sobre la importancia de buscar acompañamiento psicológico al sentir alguna complicación o cambio en el estado de ánimo.
La psiquiatra adscrita al Hospital General de Zona (HGZ) No. 1, en Tapachula, Chiapas, Ana Dilma Sánchez Hernández, explicó que el trastorno bipolar también se conoce como Síndrome Maníaco-Depresivo. Es una afección de la salud mental en la cual el paciente tiene periodos de depresión y en los que está extremadamente feliz, malhumorado o irritable, además de estos altibajos en el estado anímico, tiene cambios extremos en la actividad y los niveles de energía.
Este padecimiento afecta por igual a hombres y mujeres. Comienza entre los 15 y 25 años de edad; aún se desconoce la causa exacta, pero se presenta con mayor frecuencia en parientes de personas que padecen dicho trastorno.
La especialista dijo que “existen ciertos factores que pueden desencadenar un episodio maníaco, como son uso de antidepresivos, parto e insomnio”.
Dilma Sánchez añadió que algunas señales de la fase maníaca son: autoestima exagerada, menor necesidad de sueño y descanso, euforia desmesurada, mayor nivel de energía, realización de actividades placenteras en las que no mide los riesgos, caer en adicciones peligrosas, como a las drogas, al juego, al sexo –promiscuidad- o a la conducción peligrosa, etcétera.
El tratamiento que ofrece el IMSS incluye medicación y psicoterapia. Las madres y padres juegan un papel importante, como apoyo al adolescente maníaco depresivo y evitar las conductas imprudentes en la fase maníaca.
La doctora expresó que en la mayor parte de los acontecimientos es preciso un tratamiento preventivo a largo plazo para estabilizar los altibajos del estado de ánimo.
Sánchez Hernández concluyó con una recomendación a los derechohabientes del IMSS: “Si algún integrante de su familia manifiesta esta sintomatología, busque ayuda médica profesional, acuda a su Unidad Médica Familiar (UMF) de adscripción para la realización de exámenes clínicos, confirmar diagnóstico, iniciar con el tratamiento más apropiado y propiciar un entorno libre de estrés en favor del paciente.
