MISAEL AUTE
“Ante el inminente inicio de primavera, la desaparición del Horario de Verano ya no se podrá realizar este año, aunado a que dicha petición quedará a cargo de la bancada del PT en la Cámara de Diputados federal”, dio a conocer la Presidenta de la Comisión de Energéticos del Congreso local, Eduwiges Cabañez Cruz.
En entrevista, la diputada recordó que prácticamente desde principios de la actual legislatura (LXVII), subió a tribuna para dar a conocer que una importante comitiva del Distrito que representa, le había solicitado realizará los trámites necesarios para pedir a las autoridades la cancelación de este programa.
“A decir de los inconformes, no hay ventajas económicas reales aplicando en los relojes el aumento de una hora durante abril y alargándolo hasta octubre, cuando se regresa al horario habitual“, dijo y agregó que las autoridades siempre manejan que se ahorra 1.2% de energía, pero nunca lo han comprobado.
Señaló que lo visible son las pruebas que dan los ciudadanos, quienes entre otros daños, argumentan que al tener una hora menos de descanso, los días siguientes al cambio, se nota una baja en la productividad. “Igualmente hay muchos casos de personas que enferman, pues el organismo se somete a cambios bruscos en diversas tareas tales como el aseo personal e ingesta de comida”.
La representante popular señaló que a 24 años de aplicación del Horario de Verano no hay beneficios tangibles que puedan sustentar este programa. “Este año el cambio de hora se realizará el próximo domingo 5 de abril y terminará el domingo 25 de octubre, por lo que es casi imposible poder legislar para su desaparición, ante lo que se espera que esto se logre el próximo año”.
PRESUNTAS VENTAJAS
No obstante, según un estudio hecho hace cinco años por el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) –con datos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE)- la aplicación de dicho huso horario permitió ahorrar mil 122.76 gigawatts hora, equivalente al consumo de energía de Campeche en un año.
El Horario de Verano (en inglés Daylight Saving Time o DST) es el horario que sigue la convención por la cual se adelantan los relojes para usar más la luz diurna. Se empleó ampliamente por primera vez en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, para ahorrar carbón.
