Los dueños de las tiendas en República de Chile y en el mercado de La Lagunilla sufren los estragos del coronavirus que los obligó a cerrar, algunos han pagado a sus empleados, pero se han endeudado y otros más han debido cerrar.
Milenio
Las tiendas de vestidos de novia, quince años y accesorios, están en franca crisis: sus dueños no tienen para pagar las rentas, ni para sueldos de sus empleados… Los recibos de luz y teléfono se acumulan, pero también el pago de impuestos. Son las tiendas, ubicadas en República de Chile.
Es el Centro Histórico de la Ciudad de México, entre las calles de Honduras y Tacuba. Sus alrededor de 200 tiendas que hay en este tramo, lucen cerradas, debido a la contingencia del covid-19. Las calles están vacías.
Por lo menos tres tiendas han bajado sus cortinas definitivamente y sus empleados han sido lanzados a la calle.
En entrevista al interior de su taller de vestidos, relata que las pérdidas por cada uno de los meses que han permanecido sin ventas alcanza los 100 mil pesos.
Recuerda que el gobierno los apoyó con un crédito de 25 mil pesos “lo cual, ni siquiera me alcanzó para pagar el Seguro Social de los empleados que son 45 mil pesos”.
“Que nos apoye en cuanto al Seguro Social, con los impuestos, porque también son muy altos. No he podido pagar impuestos del mes pasado, ni del antepasado ya se me van a juntar y van a ser recargos, actualizaciones no sé ni cómo los vamos a solucionar”, le pidió al Presidente.
En tres meses dueños y empleados no han tenido ingresos y por si esto fuera poco “lo complicado ha sido negociar con los caseros. Es increíble es lo más difícil, falta que la comunidad entienda que el costo se tiene que repartir entre todos”. Hay locales que pagan hasta 50 mil pesos de renta.
Adelanta “el problema complicado es cuando abras y tengas tres meses de renta, casi nadie ha pagado la luz”. Sin embargo, recuerda que la CFE les prometió cancelar esos pagos.
“Los trabajadores han sido sensibles y están viéndoselas negras porque no trabajan con un bono de productividad o una comisión, eso lo perdieron completamente”, dijo.
República de Chile luce vacía. Las novias y quinceañeras que todos los fines de semana recorren las tiendas para probarse el vestido de sus sueños simplemente no llegan.
Rocío Solana, de Rosy Diseño, recuerda con amargura “sí me he tenido que endeudar para tener que ir pagando rentas porque la persona que nos renta, presiona”.
Respecto a sus cinco empleadas que tiene, éstas ya no reciben salario “llegó el momento que les dije, ya no puedo; por más que quisiera seguirles pagando sueldos, ya no puedo. La mayoría son mujeres solas”.
Recuerda que previo a la contingencia lograba vender hasta 20 vestidos por semana. Todos ellos con un costo promedio de 3 mil pesos, de ese tamaño es la pérdida.
Recuerda que el gobierno les prometió entregar apoyos pero que al día de hoy no han recibido nada. Se duele de ello y observa difícil el futuro cercano.
A su vez, Jorge Hernández, dueño de una pequeña tienda, informa que por su local le cobran 16 mil pesos de renta. Lo mismo no sabe qué sucederá en breve.
A mitad de año, hace ya su balance. “Este año, sólo fueron empates, empates, nada de ganancia, entonces lo que estoy viendo no sé si pueda aguantar. Solicité al gobierno un préstamo pero me dicen que está cerrado todo esto, hasta nuevo aviso”.
