MISAEL AUTE
La confrontación de comunidades tsotsiles y tsentales contra Lacandones es por la pretensión de los dos primeros de imponer autoridades a los “cuidadores de la selva”, lo cual es un problema político-social y no agrario, aclaró la diputada local, Rosa Netro Rodríguez.
La también presidenta de la Comisión de Bosques y Selvas del Congreso del estado, señaló que los Lacandones son uno de los pocos grupos indígenas que reciben apoyos de las autoridades para que cuiden la reserva ecológica, tal es el caso de la Conanp y Conafor.
“Se entiende que los grupos medio-ambientalistas tiene como finalidad defender las zonas naturales, pero se debe recordar que ya hubo una repartición de tierras y si hay quien tiene bajo su cuidado un determinado número de hectáreas, nadie se puede meter a ellas, así como tampoco se pueden añadir terrenos, es decir, invadir para agrandar el área protegida”, dijo.
Ante tal panorama, la legisladora señaló que el gobierno debe fijar su posición, no sin antes, estudiar muy bien las alternativas que hay para solucionar el conflicto, “pues siempre que se trata con problemáticas relacionadas con indígenas, se considera la existencia de un foco rojo”.
En este sentido, aclaró que las diferencias con estos núcleos poblacionales se dan regularmente porque rechazan todo aquello que no conjuga con su particular cosmovisión. “El asunto debe ser tratado con ‘pinzas’, pues los Lacandones están en su derecho de defender lo que se les dio”.
Netro Rodríguez recordó que el 51% de la población en Chiapas es rural, por lo que el terminar con problemas entre etnias y pueblos se convierte en una tarea ardua y complicada. “Las diferencias entre pueblos originarios deben ser resueltos por ellos mismos, pero teniendo como árbitro a las autoridades estatales y federales”, consideró la congresista.
