AMLO
Ni conservadores ni neoliberales
pudieron al presidente aniquilar
tampoco los zafios intelectuales
que al paredón lo querían llevar.
Si doblegó a sus adversarios
con una estrategia ejemplar
no pudo con sus escapularios
de la “huesuda” escapar.
Pese a guardar sana distancia
en comunidades remotas
el virus a su cuerpo entró
por no usar cubrebocas.
De Palacio a La Chingada
llevan a AMLO al panteón
en una carroza llamada
“La Cuarta Transformación”.
(Edgar Hernández Ramírez)
HUGO LÓPEZ GATELL
En una pronunciada curva
murió el epidemiólogo aquél
que en vida llevó por nombre
doctor Hugo López Gatell.
La muerte lo sorprendió
domando a la pandemia
y refutando en conferencia
a los reyes de la infodemia.
Pese a ver su cadáver
tres metros bajo tierra
sus adversarios exigían
¡pruebas, pruebas, pruebas!
Desde la tumba les contestó
Con diplomacia y paciencia
“sí y solo si, sí y sólo si,
“me muestran la evidencia”.
En casa no pudo quedarse
nuestro paladín de la salud
la flaca acortó distancia
y ahora yace en un ataúd.
(Edgar Hernández Ramírez)
COVID-19
Más de un millón de muertes dejó
en países, ciudades y tribus
la epidemia que en China surgió
en presentación de coronavirus.
El mundo se confinó
para evitar el contagio
no pudo frenar, sin embargo,
negros y letales presagios.
Cuando la curva descendió
salimos contentos a trote
la muerte se frota las manos
porque ya viene el rebrote.
Gritan que ya pronto
nos llegará la fortuna
para matar al SARS COV2
con la bendita vacuna.
(Edgar Hernández Ramírez)
FRENA
Frente a Palacio se apostaron
los fanáticos de FRENA
renuncia de AMLO pedían
violando la cuarentena.
Sembraron en el Zócalo
sus tienditas de campaña
ya por la noche rondaba
una amenazante guadaña.
La muerte los sorprendió
en orgía de improperios
a Gil “Lozasno” se llevó
directo al cementerio.
El “Peje” siguió en la silla
y la calaca a su regreso
revisó todas las tiendas
hallando puros huesos.
(Edgar Hernández Ramírez)
FELIPE CALDERÓN (“BOROLAS”)
El delirium tremens precedió
la muerte de Felipe Calderón
despiadada cirrosis padeció
hasta que lo mandó al panteón.
La Presidencia se transó
y la ejerció con frívolo criterio
la guerra al narco declaró
hizo de México un cementerio.
En su patético delirio
obtener impunidad quiso
su proyecto México Libre
en el INE le dieron piso.
Quiso el “borolato” establecer
pero tuvo muy mala fortuna
ahora yace Felipe “El Oscuro”
junto a tumba de García Luna.
(Edgar Hernández Ramírez)
