El sureño estado mexicano de Guerrero, una de las regiones más azotadas por la violencia, impulsa una iniciativa parlamentaria para legalizar la amapola con fines medicinales en México y atacar el «corazón financiero» del narcotráfico, según sostienen sus promotores.
«Si tú abres un mercado legal (…) le vas a pegar en el corazón financiero de estos grupos y esto va a ayudar a combatir gran parte de la violencia«, comenta Ricardo Mejía, diputado en el estado local de Guerrero por el progresista Movimiento Ciudadano, que en 2016 registró la iniciativa.
El Congreso de Guerrero aprobó por unanimidad a principios de agosto exhortar al Congreso de México a modificar la Ley General de Salud y el Código Penal «para legalizar el cultivo, producción y comercialización de la amapola con el objetivo de que pueda ser utilizada para fines medicinales y científicos». Mejía explica que para el éxito de esta iniciativa local se tuvieron que llevar a cabo diferentes foros con investigadores y productores.
Además, analizaron la legalización nacional e internacional para que México se pueda sumar a los 18 países que actualmente cultivan la amapola de manera legal con usos medicinales. México es el tercer productor de amapola, un opiáceo con el que se fabrica la heroína, en el mundo. Tan solo Afganistán y Myanmar (Birmania) superan a México en producción de amapola.
En este país se cultivan cerca de 26.100 hectáreas, según el Informe Mundial sobre Drogas 2017 de la Oficina de Naciones Unidas sobre Droga y Crimen (UNODC). Alrededor de un 60% de la producción mexicana tiene lugar en Guerrero, donde la amapola es el sustento económico de al menos 1.287 comunidades, según la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA), aunque el Ejército mexicano ha destruido buena parte de las plantaciones.
«Si Guerrero fuera un país estaríamos hablando del principal productor del continente americano, desafortunadamente solo ha servido para un mercado ilegal y nos ha costado vida, dolor y sufrimiento», se lamenta Mejía en relación a la violencia desatada por el narcotráfico. Es la primera vez que el congreso de un estado mexicano pide formalmente la despenalización de la amapola con fines medicinales.
Morfina, fentanilo… los derivados de la amapola
La morfina, oxicodona, fentanilo y buprenorfina son fármacos derivados de la amapola y consideran que sería una gran oportunidad para el desarrollo económico de Guerrero. Mejía sostiene que si el Congreso mexicano aprueba su legalización, miles de productores rurales se podrán incorporar a la economía legal y licita, y a un mercado válido como es la industria medicinal.
«Esto va a ayudar primero a satisfacer la demanda contra el dolor puesto que ni en Guerrero ni en México hay los suficientes medicamentos para atender a miles de enfermos», asevera. Además, considera que servirá para combatir la violencia, dado que ahora el cultivo «solo sirve para que los delincuentes hagan heroína, para que la exporten y para que estén matando gente».
Guerrero se ha convertido en un emblema de la inseguridad en México, con la desaparición en 2014 de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en manos del crimen organizado y por el repunte de la violencia en la turística ciudad de Acapulco.
Mejía admite que la violencia corresponde a distintas variables, pero uno de los principales factores es la disputa por el tráfico, control y distribución de amapola que, según considera, se erradicaría con la apertura de un «mercado legal». «Lo que no estamos preparados es para seguir teniendo muertos«, sentenció el diputado local.
Erradicar los cultivos sin permiso
El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), declaró que hay que convertir las «circunstancias complicadas en una oportunidad». Aseguró que si el Congreso acepta la iniciativa, el Gobierno de México podrá expedir permisos para el cultivo de amapola para que los agricultores los orienten a «fines medicinales». «Aquellos cultivos que no dispongan de permiso serán erradicados», informó el gobernador.
Olga Sánchez Cordero, propuesta como secretaria de Gobernación por el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sugerido en varias ocasiones que se estudiará la despenalización de la marihuana y la amapola para «pacificar el país». El próximo Gobierno, que tomará posesión el 1 de diciembre, tendrá además el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados y del Senado federal.