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Un periodista quedó gravemente herido este miércoles (21.08.2024) en un ataque armado en su casa en el estado de Chiapas (sur de México), región golpeada por la violencia ligada al crimen organizado, informaron autoridades locales.
Ariel Grajales, editor de un sitio web de noticias locales, fue baleado dentro de su vivienda en el municipio de Villaflores, precisó la Fiscalía de Chiapas en un comunicado. La dependencia añadió que el periodista fue trasladado a un hospital. Según fuentes locales, su estado de salud fue reportado como «grave».
La página de Internet en la que trabaja Grajales reporta accidentes y detenciones en varias localidades de Chiapas. Horas antes del ataque, el periodista denunció en sus redes sociales el cobro de extorsiones y otros delitos en la región.
México, golpeado por una ola de violencia del crimen organizado, es considerado uno de los países más peligrosos para la prensa, con más de 150 personas que ejercían el periodismo asesinadas desde 1994, según la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).
El 4 de agosto fue asesinado a balazos en Guanajuato (centro) el reportero Alejandro Martínez, administrador de una popular página de noticias en Facebook. También, Víctor Culebro, director de otro portal de noticias en esa misma red social, fue hallado sin vida el 29 de junio en una carretera de Chiapas.
Ese estado, fronterizo con Guatemala, ha registrado un recrudecimiento de los enfrentamientos entre los cárteles de Jalisco Nueva Generación y Sinaloa, las dos mayores bandas criminales de México. Según el centro de análisis Insight Crime, la disputa se produce por el control de rutas clave para el tráfico de drogas, armas y migrantes.
A finales de julio, casi 600 personas huyeron de Chiapas a la vecina Guatemala ante la espiral violenta. Unas semanas antes, 19 personas murieron en un enfrentamiento armado entre dos grupos antagónicos en el municipio de La Concordia.
Desde diciembre de 2006, cuando el Gobierno federal lanzó una polémica ofensiva militar antidrogas, se contabilizan más de 450.000 asesinatos y unas 100.000 personas desaparecidas en México, según cifras oficiales.