Los periodistas de The New York Times cuentan que muchas veces se han intentado revelar los misterios de la riqueza de Trump con diversos grados de éxito, “un ejercicio que se dificulta por la naturaleza opaca de sus negocios, su inclinación por las exageraciones y las mentiras, y su voluntad de amenazar o demandar a quienes cuestionan su optimismo. Narrativas”.
Ciudad de México, 29 de septiembre (SinEmbargo).– El nuevo episodio de la historia de Mike McIntire, Russ Buettner y Susanne Craig es terriblemente vergonzoso para cualquiera, pero sobre todo si se es el hombre más poderoso de Occidente.
“Desde el asiento trasero de una limusina que se dirigía a encontrarse con los primeros concursantes de su nuevo programa de televisión ‘El aprendiz’, Donald J. Trump se jactó de ser un multimillonario que había superado las dificultades financieras. ‘Usé mi cerebro, usé mis habilidades de negociación y lo resolví todo’, dijo a los espectadores. ‘Ahora, mi empresa es más grande que nunca y más fuerte que nunca’”.
El texto, publicado en The New York Times, agrega:
“Todo fue un engaño”.
Se trata de un segundo texto, publicado hoy, sobre la historia (así vendida) del hombre que engañó a una nación, se dijo un “éxito” en los negocios, pero detrás estaba un estafador. Un hombre con deudas. Alguien que no paga impuestos. Un fracasado. Así lo exhibe The New York Times.
El influyente medio estadounidense dice que meses después de aquel episodio inaugural de ‘The Apprendice”, en enero de 2004, Trump presentó su declaración de impuestos individual y reportó 89.9 millones en pérdidas netas de sus negocios principales durante el año anterior. “La tinta roja se derramaba por todas partes, incluso cuando el público de la televisión estadounidense lo veía como un magnate de los negocios inteligente con el toque de Midas”.
“Doce años después, esa imagen del magnate que se hizo a sí mismo y se salvó a sí mismo, transmitida a la conciencia nacional, ayudaría a impulsar la improbable elección de Trump a la Casa Blanca. Pero si bien la historia de ‘El aprendiz’ ya es bien conocida, las declaraciones de impuestos del Presidente revelan otro gran giro que nunca se ha contado realmente: cómo la popularidad de ese alter ego ficticio lo rescató, brindándole un salvavidas financiero para reinventarse una vez más. Y luego cómo, en un eco del ciclo de auge y caída que ha definido su carrera empresarial, se dirigió hacia los bajíos financieros que debe atravesar hoy”.
Los periodistas Mike McIntire, Russ Buettner y Susanne Craig afirman:
“Resultó que el genio de Trump no era dirigir una empresa. Se estaba volviendo famoso, famoso a la escala de Trump, y monetizando esa fama. Al analizar los registros fiscales, The New York Times pudo valorar la celebridad de Trump. Si bien los resultados muestran que ganó unos 197 millones de dólares directamente de ‘The Apprentice’ durante 16 años, más o menos en línea con lo que ha afirmado, también revelan que 230 millones de dólares adicionales derivaron de la fama asociada con ella’”.
Los periodistas cuentan que muchas veces se han intentado revelar los misterios de la riqueza de Trump con diversos grados de éxito, “un ejercicio que se dificulta por la naturaleza opaca de sus negocios, su inclinación por las exageraciones y las mentiras, y su voluntad de amenazar o demandar a quienes cuestionan su optimismo. Narrativas”.
“Ha hecho todo lo posible para mantener el secreto, sobre todo su negativa a honrar 40 años de tradición presidencial y publicar sus declaraciones de impuestos”, dicen en la edición de este martes en The New York Times, una segunda entrega sobre la gran estafa.
“Este artículo –agregan– se basa en un examen de los datos de esas declaraciones, que incluyen declaraciones de impuestos personales y comerciales de Trump y sus empresas que abarcan más de dos décadas. Cada dólar se revela por primera vez: 8 millones 768 mil 330 que le pagó ACN, una empresa de marketing multinivel que fue acusada de aprovecharse de inversores vulnerables; 50 mil dólares del canal Lifetime por un ‘jugoso jabón nocturno’ que nunca se materializó; 5 mil 026 en ingresos netos de un negocio hipotecario de corta duración; y 15 millones 286 mil 244 por la licencia de su nombre para una línea de colchones”.
Además, “se basa en entrevistas y material no informado previamente de otras fuentes, incluidos cientos de documentos internos de Bayrock Group, un influyente socio de licencias iniciales cuyos vínculos con Rusia volverían a atormentar al Presidente a medida que surgían preguntas sobre sus propios tratos allí”.
“En conjunto –dicen los periodistas–, la nueva información proporciona la mirada más autorizada hasta el momento en un período crítico en la carrera empresarial de Trump que sentó las bases y brindó una especie de anticipo”.
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Las revelaciones de que el Presidente Donald Trump es personalmente responsable de una deuda superior a los 400 millones de dólares proyectan una sombra sobre su Presidencia que, de acuerdo con expertos en ética, genera inquietudes de que el mandatario pudiera ser manipulado por organizaciones e individuos a los que les debe para alterar sus políticas.
El nuevo escrutinio sobre Trump, quien se jacta de ser un exitoso empresario privado, se presentan después de que el The New York Times reportó que los registros fiscales revelaron que el mandatario tiene una deuda personal enorme, la cual incluye más de 300 millones de dólares en préstamos que debe cubrir en los próximos cuatro años.
La Senadora Elizabeth Warren fue tajante sobre las posibles implicaciones. “Podría quedar vulnerable a chantaje financiero por parte de potencias extranjeras hostiles y sólo Dios sabe qué más”, dijo Warren, una frecuente crítica de Trump.
El periódico señaló que los registros fiscales también demuestran que Trump no pagó impuestos federales en 11 años entre 2000 y 2018, generando cuestionamientos sobre qué tan justo es que un Presidente —quien supuestamente es multimillonario— pague menos impuestos que la mayoría de los estadounidenses.
Sin embargo, las revelaciones sobre la evasión fiscal de Trump, aunque conllevan posibles secuelas políticas, resultan menos preocupantes que la noticia de que el Presidente tiene cientos de millones de dólares en una deuda que debe cubrir próximamente, aseguraron expertos en ética.
“A los estadounidenses debería preocuparles la deuda del Presidente, porque significa un riesgo de seguridad nacional para nuestro país”, dijo Donald Sherman, subdirector de la organización de monitoreo gubernamental Citizens for Responsibility and Ethics in Washington (CREW por sus iniciales en inglés). “Esta es información que el presidente ha intentado ocultar al público de forma activa y reiterada”.
Trump, alegando que el Servicio Interno de Impuestos (IRS, por sus iniciales en inglés) estaba realizándole una auditoría, se ha negado a cumplir con el precedente creado tras el escándalo Watergate por otros presidentes que han revelado su información fiscal, por lo que se desconoce plenamente la complejidad de sus intereses financieros y la identidad de con quienes hace negocios. Actualmente libra disputas legales con el secretario de Justicia de Nueva York, la Fiscalía de Manhattan y dos comisiones de la Cámara de Representantes que quieren acceso a sus registros.
Richard Painter, quien fungió como abogado principal en cuestiones éticas de la Casa Blanca durante el mandato de George W. Bush, también destacó que las compañías propiedad de Trump se han declarado seis veces en bancarrota, lo que genera la pregunta: ¿Por qué los prestamistas siguen dispuestos a arriesgar créditos por cantidades tan grandes?
“¿Por qué los bancos asumen el riesgo de esos préstamos?”, preguntó Painter. “¿O alguien más asumió el riesgo de esos créditos para que el banco los aprobara?”.
Trump tuiteó el lunes que tiene “muy pocas deudas en comparación con el valor de activos”, y agregó que podría publicar un estado financiero que detalle todas las propiedades y deudas.
Durante una presentación el lunes, Trump hizo caso omiso a la pregunta de un reportero sobre cuándo podría publicar tal estado financiero, y la Casa Blanca no comentó sobre cuándo podría hacerlo. El mandatario dijo repetidamente antes de su elección que publicaría sus impuestos reales, pero nunca lo ha hecho.
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Las revelaciones a cinco semanas de las elecciones enfocan la atención en las condiciones de Trump como empresario y en la imagen de magnate exitoso que se forjó durante décadas y que lo ayudó a conquistar la Presidencia hace cuatro años en su primera incursión en la política. Aumenta asimismo la incertidumbre que rodea una campaña presidencial marcada por la pandemia del coronavirus, agitación racial y una feroz batalla por la plaza dejada vacante en la Corte Suprema por la muerte de Ruth Bader Ginsburg.
Tras su llegada a la Casa Blanca, Trump puso fin a una tradición al negarse no solo a difundir su declaración de impuestos sino también al entablar una batalla legal para mantenerla en secreto. El Times insinúa que ello tal vez se debió al hecho de que muchos de sus negocios pierden dinero y que esas pérdidas lo ayudan a evitar el pago de impuestos.
Eugene Steuerele, experto en cuestiones impositivas del Urban Institute, dice que no le sorprende el que Trump casi no haya pagado impuestos. Indicó que la mayoría de los empresarios dedicados al negocio de la construcción deducen los grandes intereses que pagan sobre sus deudas y eso alivia su carga impositiva. Y con frecuencia evitan pagar impuestos a las ganancias cuando venden una propiedad reinvirtiendo el dinero en la compra de otra.
“La mayoría de los expertos preveían que el Presidente Trump no habría pagado casi impuestos”, expresó Steuerle, quien trabajó en el Departamento del Tesoro bajo el Gobierno de Donald Trump. El Times indicó que Alan Garten, abogado de la Trump Organization, dijo que “la mayoría” de las revelaciones del diario, “si no todas, parecen ser inexactas”, y pidió ver los documentos revisados por el diario, el cual se negó a difundirlos para proteger sus fuentes. El Times dijo que acto seguido Garten cuestionó sólo las sumas de impuestos pagadas por Trump.
Lo más saliente de las revelaciones:
• 750 DÓLARES EN IMPUESTOS
El diario dijo que Trump inicialmente pagó 95 millones de dólares en los 18 años que estudió. Pero que recuperó la mayor parte de ese dinero al recibir reembolsos del Gobierno federal por un total de 72.9 millones de dólares. Según el Times, Trump también recibió 21.2 millones de dólares en reembolsos de los gobiernos estatales y municipales, que generalmente se basan en las declaraciones hechas al Gobierno federal. Los desorbitantes reembolsos son blanco de una auditoría interna del Servicio de Rentas Internas. Trump afirma que, en vista de que está en marcha esa investigación, tiene razones más que suficientes para no dar a conocer sus declaraciones. Pero el informe del Times es la primera vez que identifica las razones de la auditoría. Como resultado de los reembolsos, Trump pagó un promedio de 1.4 millones de dólares en impuestos federales del 2000 al 2017, de acuerdo con el Times. A título de comparación, los megamillonarios (el 0.001 por ciento de la población) pagaron un promedio de 25 millones de dólares anuales en el mismo lapso.
• COSTOSA VIDA EXTRAVAGANTE
Desde sus viviendas, su avión y su peluquero –al que le pagó 70 mil dólares cuando trabajó en el programa televisivo “The Apprentice”– Trump financió su lujoso estilo de vida haciendo pasar sus gastos personales como gastos de negocios. El Times hizo notar que las casas de Trump, sus aviones y sus campos de golf son parte de los negocios de la familia y, por lo tanto, Trump los cataloga como gastos de negocios que le permiten reducir su carga impositiva.
• NO GANA DINERO: PIERDE
El mandatario a menudo alude a sus hoteles en todo el mundo, sus campos de golf y sus resorts como prueba de su éxito como empresario. Estas propiedades, no obstante, con frecuencia generan pérdidas. El Times dijo que Trump reportó pérdidas por 315 millones de dólares en sus campos de golf desde el 2000, incluido el Trump National Doral próximo a Miami, que el magnate pinta como la máxima joya de su emporio comercial. El Trump International Hotel de Washington perdió 55 millones de dólares, según el Times.
• VISITAS OFICIALES Y NEGOCIOS
Desde que Trump se postuló a la Presidencia, cabilderos, funcionarios de otros gobiernos y políticos han estado gastando grandes sumas en sus propiedades, lo que generó dudas acerca de su legalidad. El Times da algunas ideas concretas acerca de esos gastos: Desde el 2015, el resort de Mar-a-Lago de la Florida ha estado generando 5 millones de dólares anuales más que en el pasado. La Asociación Evangelista de Billy Graham gastó al menos 397 mil 602 dólares en el 2017 en el hotel de Trump en Washington. También hubo importantes ganancias en propiedades del exterior: 3 millones de dólares en las Filipinas, 2.3 millones en la India y 1 millón en Turquía.
• PAGAR DEUDAS
Resta por verse si Trump está en condiciones de amortizar las enormes deudas que ha contraído. El Times dijo que el Presidente aparentemente debe 421 dólares en préstamos, la mayor parte de los cuales debe pagar en los próximos años. Además tiene una hipoteca de 100 millones de dólares en la Trump Tower de Nueva York, que deba amortizar en el 2022.