SIN FUERO
En opinión del Consejo Empresarial para la Productividad (CEP), la vacuna contra Covid-19, elaborada por al menos 4 diferentes empresas internacionales, se convirtió en un instrumento político, económico y hasta de segregación. «Diversos grupos ya manejan este producto para intereses subjetivos», consideró.
En un análisis dentro de su programa Economía y Mercados, el dirigente del organismo, Rafael Castillejos Guizar, señaló que desafortunadamente en el Inter de esta situación está colocada la sociedad, a la cual finalmente le llega información falsa que provoca desconfianza y desconcierto.
Detalló que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) defiende el mecanismo Covax, el cual permite la investigación conjunta de por lo menos 100 países para que investiguen, desarrollen y puedan crear la vacuna tan deseada contra dicha enfermedad.
«Este sistema pide equidad para la distribución de sus resultados, pero hoy en día Europa y Estados Unidos son los que acapararon la disponibilidad de la solución inyectable, lo cual deja a los restantes países en una situación de indefensión», refirió el empresario.
En su oportunidad, Enrique Vázquez Constantino, director general del Centro de Investigación y Estudios del sector privado, refirió que México en este sentido se puede considerar como afortunado, pues sus vínculos con otras naciones le ha permitido tener asegurado un suministro del químico inmunizador.
«Al menos nuestro país tiene los contratos con varias empresas para la llegada de las dosis, a diferencia de otras naciones que dependen de las que manejan Estados Unidos y Reino Unido. Desafortunadamente habrá muchos países que resultarán afectados al no contar con las vacunas para inmunizar a sus respectivas poblaciones», dijo.
Castillejos Guizar lamentó que la empresa Pfizer haya convenido con EU prácticamente toda la producción inicial del producto, mientras que Reino Unido pactó con la empresa Astra Zenaca, olvidándose que hay millones más que requieren ser inmunizados. «Estas acciones respaldadas por el poderio económico claramente provoca una clara segregación».