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Un nuevo informe publicado el miércoles (13.09.2023) por el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef) y el Banco Mundial (BM) refleja que unos 333 millones de niños y niñas en el mundo -uno de cada seis- viven en una situación de pobreza extrema, una situación acentuada por la pandemia del COVID-19.
Si bien entre 2013 y 2022 el número de menores en situación de pobreza extrema disminuyó un 13%, las disrupciones provocadas por la pandemia provocaron que unos 30 millones de menores siguieran sumidos en esta situación. Como resultado, cerca de uno década seis niños siguen viviendo con menos de 2,15 dólares al día, según el informe.
«Las crisis agravadas por los efectos del COVID-19, los conflictos, el cambio climático y las crisis económicas han estancado los progresos y han dejado a millones de niños en la pobreza extrema», dijo Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, en un comunicado.
La región más afectada es la de África subsahariana, con un 40% de menores en esta situación, una de las mayores tasas de pobreza infantil a nivel global, debido principalmente al rápido crecimiento de la población, los desastres medioambientales y los efectos de la pandemia.
Esta zona, junto al norte de África y Oriente Próximo han visto crecer sus niveles de pobreza infantil extrema en los últimos años, según el informe.
Revés en los objetivos 2030
Los datos se conocen a pocos días de que comience en Nueva York la Semana de alto nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas, donde líderes de todo el mundo evaluarán el progreso mundial en los objetivos de desarrollo sostenible adoptados en 2015.
El informe supone un revés en el objetivo de la ONU de erradicar la pobreza infantil extrema para 2030.
«Un mundo en el que 333 millones de niños viven en la pobreza extrema, privados no solo de sus necesidades básicas, sino también de dignidad, oportunidades o esperanza, es sencillamente intolerable», afirmó Luis Felipe López-Calva, director mundial de Pobreza y Equidad del BM, en el mismo comunicado.
El BM y Unicef hicieron un llamamiento a los países para que den prioridad a la lucha contra la pobreza infantil y promulguen una serie de medidas que incluyan la ampliación de los programas de prestaciones universales para la infancia.
«No podemos fallar a estos niños ahora», afirmó Russell en el comunicado. «Acabar con la pobreza infantil es una elección política».
