Luego de señalar que pese a los «obstáculos» que enfrentó durante su gestión, lo dio todo en el terreno de juego. «Siempre lucharé por ustedes. Estaré observando. Estaré escuchando», dijo.
PROCESO
MADRID (EUROPA PRESS).- El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó este miércoles la Casa Blanca, cuatro horas antes de la investidura de Joe Biden como nuevo mandatario del país, y se despidió de los estadunidenses con un último discurso en el que, además de defender su gestión, anticipó un posible retorno político: «Volveremos de alguna manera».
La Casa Blanca había convocado a los medios a las 8.00 (hora local), momento en el que aterrizó junto al edificio presidencial el helicóptero en el posteriormente se subieron Trump y su esposa, Melania Trump, para despedirse del que fue su hogar durante los últimos cuatro años.
Antes de embarcarse en el Marine One, declaró ante los periodistas que ser el comandante en jefe de Estados Unidos ha sido «un gran honor», según CNN.
El helicóptero lo trasladó a la Base Andrews, en Maryland, donde pronunció su último discurso como presidente, en el que, de nuevo sin guion, defendió el «asombroso» trabajo de su administración.
Trump admitió que no ha encabezado «una administración corriente», aunque lo hizo para aplaudir las políticas emprendidas en distintos ámbitos, desde el militar al económico, pasando incluso por el judicial o el sanitario.
Además, expresó sus condolencias a los familiares de las personas fallecidas por coronavirus y destacó que, bajo su gestión, se logró el «milagro» de tener una vacuna contra el covid-19 en un plazo de nueve meses.
Luego de señalar que pese a los «obstáculos» que enfrentó durante su gestión, lo dio todo en el terreno de juego. «Siempre lucharé por ustedes. Estaré observando. Estaré escuchando», dijo.
Y deseó un «gran éxito» al gobierno de Biden, pues «tienen los cimientos para hacer algo espectacular» durante los próximos cuatro años.
Una investidura sin el presidente saliente
Biden, por su parte, pasó la noche en la Blair House, la residencia oficial para invitados en Washington. La jornada del nuevo mandatario arrancará con una misa a la que acudirá también su vicepresidenta, Kamala Harris, antes de que el grupo se desplace hasta la sede del Congreso norteamericano.
A diferencia de otras tomas de posesión, Trump ya había anunciado que no asistiría a la de su sucesor y tampoco planea mantener ningún encuentro con él, después de haber denunciado fraude en reiteradas ocasiones a raíz de su derrota, sin presentar pruebas.
Pese a ello, el presidente saliente ya aseguró el martes en un vídeo que «reza» porque el Ejecutivo de Biden tenga «éxito» para «mantener a Estados Unidos segura y próspera», al tiempo que rechazó el ataque al Capitolio llevado a cabo por decenas de sus partidarios el 6 de enero.
El asalto tuvo lugar durante la votación en el Congreso para certificar la victoria de Biden en las presidenciales, algo que tuvo lugar tras un aplazamiento de varias horas. Trump, que prometió una transición «ordenada», será sometido a un segundo ‘impeachment’ –el primer presidente en la historia del país en ser sometido a dos procesos de destitución– por «incitar a la insurrección».