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El expresidente de Estados Unidos y candidato republicano, Donald Trump, amenazó con imponer aranceles de 25% a México si no frena la entrada de migrantes en la frontera, lo que calificó como “embestida de criminales y drogas”, en la víspera de las elecciones que se prevén muy reñidas en el país vecino.
“Ahora tenemos un nuevo presidente de México. Se supone que una mujer muy, muy amable, dicen. No la conozco”, afirmó sobre Claudia Sheinbaum.
Y agregó: “le voy a informar desde el primer día, o antes, que si no detienen esta embestida de criminales y drogas que entran en nuestro país, voy a imponer inmediatamente un arancel de 25% a todo lo que envíen a Estados Unidos”.
Especificó lo anterior durante un mitin en Carolina del Norte, dando por sentado que ganará los comicios de este martes 5 de noviembre.
La probabilidad de que la medida tenga éxito es de 100%, estimó, faltando menos de 24 horas para que los estadounidenses decidan si le dan un segundo mandato o prefieren a la vicepresidenta demócrata Kamala Harris.
“Comenzaré con un 25%, es mucho. ¿Saben que México es nuestro socio comercial número uno? ¿Saben a qué se debe eso? Ganan una fortuna. Se han apoderado de nuestro país, gracias al gobierno del presidente Joe Biden y Harris”, reclamó Trump.
“México se convirtió en nuestro socio comercial número uno y nos están estafando a diestra y siniestra, es ridículo”, insistió el magnate.
Dijo que si 25% no da resultado impondrá un 50% y si eso no funciona, 75%, “así en algún momento tendrán a muchos soldados” en la frontera para impedir los cruces, sostuvo el expresidente, que ha convertido la lucha contra la migración ilegal en su prioridad, con una retórica extrema y de odio.
Donald Trump los ha llamado “asesinos” y ha llegado a afirmar que “envenenan la sangre” del país y lo “infectan”.
Trump, de 78 años y muy parejo en las encuestas con Harris, repite en sus mítines que es partidario de imponer aranceles para “traer de vuelta” a las empresas al país.
Está convencido de que el efecto será positivo. Pero muchos economistas opinan, por el contrario, que sus planes económicos harán aumentar la deuda y la inflación.