MANUEL MONROY
“El trabajo remoto en México no solo respondió a la crisis sanitaria, sino que sentó las bases para un modelo laboral sostenible y adaptable a futuras emergencias, como nuevas pandemias, contingencias globales, e inclusive situaciones de tiempo y espacio», consideró Octavio de la Torre, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco).
La reforma del 11 de enero de 2021, estableció regulaciones específicas para el teletrabajo, como la obligación de las empresas a proporcionar herramientas, asumir costos de electricidad y servicios de internet, y garantizar condiciones ergonómicas adecuadas. Esto, permitió a las organizaciones adaptarse a las nuevas demandas laborales, promoviendo la flexibilidad y la salud de los trabajadores.
Dijo que mantener el trabajo remoto como una opción a largo plazo ha permitido, no solo a la Confederación, sino a prácticamente todos los sectores de la sociedad, prepararse e implementar medidas y herramientas para afrontar futuros desafíos globales con mayor resiliencia.
En este contexto, dio a conocer que Concanaco implementó, en su momento, una política de trabajo remoto, alineada con estas disposiciones, impulsando un modelo de gestión que combina productividad y bienestar, esta política no solo se diseñó para dar cumplimiento a la Ley, sino también para priorizar la salud física y mental de sus colaboradores.
Reveló que uno de los mayores beneficios que ha experimentado la Confederación, con esta modalidad es la prevención de riesgos psicosociales, un tema prioritario en el marco de la NOM-035-STPS-2018, ya que la flexibilidad del trabajo remoto ha permitido a los colaboradores equilibrar sus responsabilidades laborales y personales, disminuyendo el estrés y promoviendo un mayor bienestar emocional.
Además, se han implementado estrategias como sesiones de comunicación constante, capacitaciones sobre salud mental y canales de apoyo psicológico, lo que refuerza el compromiso de la organización con sus empleados.
El trabajo remoto trajo ventajas en términos de eficiencia operativa, reducción de costos y atracción de talento. La organización ha demostrado que esta modalidad, cuando se gestiona adecuadamente, no solo asegura el cumplimiento de las obligaciones legales, sino que también fortalece la productividad y el compromiso del equipo.
Es decir, que la política de trabajo remoto es un ejemplo de cómo las empresas pueden adaptarse a los cambios legislativos y sociales para fomentar un entorno laboral más saludable y eficiente; y, asimismo, demostrar que fue pieza clave para enfrentar los retos de la pandemia y para construir una cultura organizacional centrada en el bienestar de sus colaboradores.
