Tigres manchó el futbol con poca solidaridad y empatía frente a una situación que obligaba a todos a ponerse la misma camiseta y defender la misma causa
Agencias
El equipo de Tigres de la UANL venció de manera inverosímil por 3-1 a un Veracruz desahuciado, que sí se presentó en el terreno de juego pero no jugó en los primeros cinco minutos, y los felinos aprovecharon para hacer dos goles.
En un partido anormal en el Estadio Luis ‘Pirata’ Fuente, en forma de protesta por los adeudos salariales, el plantel de Tiburones Rojos decidió no jugar en los primeros minutos y caminó dentro del campo.
Los norteños, sin solidarizarse a pesar de que fueron avisados por el club veracruzano, cumplieron en la cancha y a los dos minutos el chileno Eduardo Vargas sacó disparo de larga distancia sin presión alguna para el 1-0.
Pese a eso, los escualos continuaron sin jugar, los Tigres pelotearon, no vieron respuesta del rival y Vargas retrocedió un balón para el francés André-Pierre Gignac, quien disparó sin dudar para colocar el 2-0 sin problema alguno al minuto cuatro. Así el galo llegó a 100 goles en el balompié mexicano.
Los jugadores del Veracruz mostraron cierto descontento por los dos tantos de los norteños y a partir del minuto cinco los locales empezaron a jugar.
Con todo en orden, Vargas firmó su doblete y el 3-0 con su tanto al minuto ocho, lo que prácticamente liquidó a los jarochos que hilvanaron su partido 40 sin ganar en la Primera División del futbol mexicano.
El resto del tiempo prácticamente sobró, se les hizo largo el encuentro a los dos clubes. Tigres se quedó con un hombre menos por la expulsión de Jesús Dueñas, al 26’, por un pisotón a Daniel Villalva.
Al minuto 90 Tiburones Rojos decoró el marcador 3-1 con el tanto del turco Colin Kazim-Richards, en un partido que quedará para el recuerdo en la historia del balompié mexicano.
