Pie de Página
JALISCO.– Ángela María Barba Ascencio grita desde el otro lado de una reja alta y negra. La voz agitada después de haberse recuperado de covid.
—¡Yo estoy sana! Vengo por mi hijo y necesito que me lo des.
—No te lo vas a llevar, no te lo vas a llevar —le sentencia un hombre alto que manotea con la izquierda y con la derecha graba la escena con un celular.
Es 6 de febrero de 2021 y la casa cercada con metal es la de Ángel Ulises Preciado López (48 años), en Zapopan, Jalisco, donde vive con su mamá, su papá, otros familiares y varios perros que adiestra.
Ángel Ulises no permite que Ángel de María, de 9 años en la actualidad, regrese a la casa donde creció, junto a su mamá y sus hermanos, cerca de sus abuelos maternos.
En los siguientes ocho meses, la madre no podrá tener ningún contacto con su hijo. Ocho meses sin saber si está enfermo o no, si come bien o no, si lo han sacado del país o no. Y es apenas el inicio de una historia que cruza la violencia vicaria y el tráfico de influencias…
De la violencia doméstica a la violencia institucional
Ángela y Ángel vivieron juntos desde 2011, en 2013 nació Ángel de María. Después de ser víctima de violencia doméstica ella decidió terminar la relación en 2019, pero la violencia continuó y se convirtió en violencia vicaria, otra de las formas de violencia de género.
Después de ocho meses sin poder ver a su hijo, Ángela María logró legalmente que la dejaran convivir con él en casa, pero solo fueron cinco fines de semana. Al sexto, el padre del niño interpuso un amparo que le fue concedido por un juez de lo familiar y la mamá solo está cerca de él los viernes, los sábados y los domingos en las instalaciones del DIF de Zapopan. Puede estar con Ängel de María una hora y media cada uno de esos días, rodeada de otras familias, de psicólogos, sin ninguna privacidad. Le mira los ojitos por encima del cubrebocas que el chico nunca se quita, por miedo a contagiarse, y dibuja con él.
“Él (Ángel Ulises) tiene la custodia temporal porque se la dio un juez familiar y a mí me habían dado las convivencias, pero me las quitan y metemos amparo, y solicitamos el cambio de la custodia porque fue separado del seno familiar, fue arrebatado”, dice Ángela María, en entrevista con Pie de Página.
Un padre que no es viable para tener la guarda
Jueces de lo familiar le han otorgado la custodia temporal al padre pasándose por alto el oficio 6148/2021, del expediente 61/2021, en el que la delegada institucional de la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, Iris Paola Mercado Valdivia, señala que Ángel Ulises no es apto para tener la custodia de Ángel de María.
Textual, el oficio dice:
Esta autoridad administrativa ha realizado diversas acciones en favor del niño para salvaguardar su integridad y bienestar físico, realizando a los dos progenitores las valoraciones psicológicas, las cuales se concluyeron que el progenitor no es viable para tener la guarda y cuidado del menor y la progenitora sí es viable para tener la guarda y cuidado del menor. Esto se hace de su conocimiento para que se resuelva la situación jurídica de la persona menor de edad en referencia. De la misma manera se han realizado estudios socio familiares, para saber las condiciones del entorno en el que se encuentra la persona menor de edad en referencia”.
DIF Zapopan.
Y refiere además que el padre no ha llevado al niño a una valoración psicológica que debió haberse realizado desde el 23 de septiembre del 2021.
Hermanos poderosos
Desesperada después de seguir las vías legales y no tener a su hijo de vuelta, Ángela dio a conocer su caso el domingo pasado en un video que subió a YouTube, a Twitter, a Instagram, a Facebook y a Tik Tok.
Es un video que había entregado al personal de confianza del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, para pedirle ayuda. Lo hace no porque el mandatario sea un juez o sea parte del Poder Judicial, sino porque los hermanos de su expareja tienen cargos públicos. Uno de ellos es un funcionario de alto rango: Alain Fernando Preciado López, subsecretario general de Gobierno de Jalisco. Y el otro es Jesús Isaac Preciado López, consejero del partido Movimiento Ciudadano y pareja de Mirza Flores, diputada federal por MC.
Yo no sabía qué hacer. He seguido todo lo de los documentos, lo legal. Me dije: ¿qué hago? Lanzo el video el domingo pasado y me doy cuenta de la empatía de la gente, de la indignación de la sociedad, y así me siento yo, indignada”, cuenta la madre.
El gobernador se deslinda
Los videos también muestran fotos de su hijo descalabrado y con moretones mientras su padre ha tenido la custodia. En una conversación con los periodistas Ernesto Ledesma y Alberto Nájar en Momentum, Ángela dijo que teme por su hijo, ya que está viviendo con su agresor. ”Quiero que me protejan, que protejan a mi hijo (…) Tengo necesito medidas de protección para mi hijo y no se que se pueda hacer si vive con el agresor. Tengo mucho miedo de él, de lo que le pueda hacer a mi hijo”.
También aseguró que hizo llegar el video al gobernador un mes antes de decidirse a hacerlo público.
Sin embargo, el gobernador Alfaro dijo que no sabía del caso, que el problema de la custodia de Ángel de María era familiar y él no tenía nada que ver porque eso le correspondía al Poder Judicial. Ángela comenta que ella misma le entregó el video a una secretaria particular del funcionario para hacerle saber que estarían ante un caso de influyentismo. No tuvo ninguna respuesta, Alfaro no la citó ni la llamó.
El video era para pedirle ayuda a Alfaro, lo que quiero es que las personas que trabajan en su gabinete no se metan en situaciones que no les atañen”, dice Ángela.
El caso está en el juzgado decimocuarto de lo familiar en el estado de Jalisco y durante este tiempo el niño ha tenido que ir a la “escucha del menor”, que es una comparecencia donde dice con quién se quiere quedar y por qué. Ángela tiene un video donde el niño la sigue todo el tiempo con la mirada, queriendo decirle algo pero sin que se lo permita su padre. En otro video, Ángel de María grita y llora porque el padre se lo lleva.
Miedo y el enojo
Desde noviembre que las visitas son supervisadas en el DIF Zapopan, la medida del tiempo de convivencia entre Angelito y su mamá es lo que dura dibujando en una pequeña hoja. El pequeño lleva una hoja tamaño carta y un lápiz y se pone a dibujar un cavernícola.
“Le pinta todos los accesorios: guantes, cuchillos, morral, botal, el lobito que lo acompaña, lo equipa como que va a la guerra, y cuando lo termina dice: Ya me voy. Y se va. No lleva reloj, la hoja es su reloj”, cuenta Ángela con desazón.
“El otro día le llevé un cuaderno de dibujo profesional, como de doble carta. Mira lo que te traje, te graduaste de segundo de primaria, no cursó el año pasado, estuvo cursando virtual y cuando fueron presenciales su papá decide no llevarlo y el niño pierde un año escolar. Le llevo este cuadernito y una medalla de graduado y me dice que no es para tanto: ‘solo cursé un año de primaria’. Y mira lo que te traje, es un cuaderno especial”.
No la quiso, él quería la hoja de siempre, la misma con los que pudieran durar juntos solo 15 o 20 minutos, no los 90 que les es permitido.
Ángela dice que su hijo está siendo educado en la casa de su padre con miedo, manipulado para levantar una barrera más alta entre los dos, y por eso mismo decidió lanzar el video con su historia.
El domingo que lanzó el video lo vio, como todos los domingos:
—Nunca voy a dejar de luchar por ti —le dijo ella.
—Ya no me digas esto, mamá, es que me lo dices siempre —le respondió el niño entre frustración, enojo, algo que su madre no puede explicar.
Ángela no pierde la esperanza: “Yo espero con el alma poder recuperar a mi hijo, espero con el alma que la gente juzgue, que la gente que está metiendo mano deje de intervenir”.