El Economista
El Plan Nacional Hídrico 2024-2030, presentado este lunes desde Palacio Nacional, contempla la tecnificación de más de 200,000 hectáreas de riego, lo que permitiría aumentar 51% la productividad agrícola en dicha superficie.
En cuanto a la inversión prevista para mejorar la eficiencia del uso del agua en el campo para aumentar la producción agrícola y garantizar la soberanía alimentaria, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Julio Berdegué, dijo que durante este sexenio se destinarán «decenas de miles de millones de pesos».
“Todavía no sabemos cuánto exactamente (se va a invertir) porque va a depender mucho de los proyectos ejecutivos de las obras de ingeniería que se van a ejecutar, como canales y presas”, explicó el funcionario federal durante una entrevista en un noticiario de televisión.
Puntualizó que las inversiones, que comenzarán en 2025, serán de «enorme magnitud» y contarán con la participación conjunta de los gobiernos federal, estatales, municipales y del sector privado.
Mencionó que los agricultores, medianos y grandes, podrán aportar una parte del costo de la tecnificación mediante créditos que contraten o con sus propios recursos.
Durante la presentación del Plan Nacional Hídrico se anunció que se emitirá un Decreto de Facilidades para regularizar las concesiones vencidas, siempre que cumplan con la ley y haya disponibilidad de recursos hídricos.
Con lo anterior, poco más de 25,000 productores agrícolas y pecuarios, principalmente medianos y pequeños, podrán acceder a créditos, subsidios y a programas a los que actualmente no pueden acceder porque no está en regla la documentación.
Julio Berdegué destacó que en México ,el 76% del agua disponible se destina al sector agrícola, y debido a las «tecnologías muy anticuadas» se pierde el 40% de ese recurso hídrico.
De ahí que, con la tecnificación del riego se adoptarán tecnologías avanzadas para usar menos agua y producir más alimentos.
“Eso significa que cada productor, cada productora, puede controlar de manera muy precisa cuánta agua llega a cada una de las plantas de su producción; solo por ese efecto, sin ninguna acción adicional”, enfatizó el titular de la Sader.
Consideró que el plan de tecnificación de riego agrícola va a requerir del esfuerzo nacional de los tres niveles de gobierno, pero también de los agricultores.
“México tiene que acostumbrarse a vivir en un mundo en el que ya no hay tanta agua”, dijo luego de aceptar que el 2025 será un año complicado para la agricultura en términos de la disponibilidad del recurso hídrico.
