Medio Tiempo
La madrugada de este lunes se confirmó el sensible fallecimiento del ex-futbolista y ex-entrenador sueco Sven-Göran Eriksson, quien dirigió a la Selección Mexicana en 2008 y 2009. Cabe destacar que Eriksson reveló en enero de 2024 que había sido diagnosticado con cáncer terminal y que su esperanza de vida «en los mejores escenarios» era de un año.
Falleció Sven-Göran Eriksson
La noticia fue confirmada por el ex-agente de Eriksson, Bo Gustavsson, mediante su agente de relaciones públicas en el Reino Unido, Dean Elderedge de Oporto Sports. Gustavsson mencionó que Eriksson falleció la madrugada de este lunes en su hogar, rodeado de su familia.
El comunicado de Gustavsson compartió lo siguiente: «Sven-Göran Erikksson ha fallecido. Después de una larga enfermedad, SGE murió durante esta mañana en casa, rodeado de su familia. Sus dolientes más cercanos incluyen a su hija Lima, su hijo Johan y su esposa Amana y su nieta Sky. Su padre Sven, su novia Yanisette y su hijo Alcides; su hermano Lars-Erik y su esposa Jumnog».
De igual manera, el comunicado indicó que la familia de Sven-Göran Eriksson ha solicitado respeto pues desean afrontar este momento en privado y sin ser contactados. No obstante, ofrecieron un sitio web para que las condolencias y saludos puedan ser recibidos.
«La familia de Sven-Göran Eriksson pide respeto pues su deseo es poder afrontar su duelo de manera privada y no ser contactados. Las condolencias y saludos pueden ser dejados en el sitio web www.svengoraneriksson.com». La noticia también ha sido confirmada por el diario inglés The Guardian e incluso por personalidades del mundo del futbol como Fabrizio Romano.
La despedida de Sven
Cabe destacar que, recientemente, el ex-estratega sueco se despidió de manera pública con un emotivo mensaje,donde aseguró haber tenido una «buena vida». Además de expresar que si bien consideró que «todos tenemos miedo de morir», la muerte también es parte de la vida. «Tuve una buena vida. Igual demasiado buena, has de pagar por ello (risas). Creo que todos tenemos miedo del día en que muramos, pero la vida también se trata de la muerte. Tienes que aprender a aceptarla como es. Con suerte, al final la gente dirá: ‘sí, era un buen hombre'».
