Edgar Hernández Ramírez
Si algo distingue a Chiapas en México y el mundo, además de sus abundantes y variados recursos naturales, es su riqueza cultural, esa fuerza identitaria que se manifiesta y vibra en sus tradiciones, lenguas, costumbres, valores y modos de vida, así como en sus creaciones artesanales y en las expresiones artísticas.
Chiapas, en este sentido, es un estado único y privilegiado. Es pluricultural porque en su territorio viven y resisten 14 pueblos indígenas: Tzotziles, choles, tojolabales, tzeltales, lacandones, zoques, mames, chujes, acaltecos, entre otros.
Tiene 22 elementos considerados patrimonio cultural inmaterial de México, entre los que destacan la marimba, las máscaras de madera para danzas tradicionales, la Danza de los Parachicos, los textiles indígenas en Los Altos, el telar de cintura y teñido con tintes naturales en San Juan Chamula, el carnaval de Pantelhó, el Camino sagrado de los floreros o Topada de la flor y la bajada de las Vírgenes de Copoya. Y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) tiene catalogadas a la zona arqueológica de Palenque como Patrimonio de la Humanidad y a la Danza de los Parachicos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Además de otros sitios arqueológicos como Bonampak, Yaxchilán y Toniná, Chiapas cuenta con cinco pueblos mágicos (San Cristóbal de Las Casas, Comitán, Chiapa de Corzo, Palenque y Ocozocoautla), que se denominan así por sus excepcionales características culturales, históricas y simbólicas, y que resultan muy atractivos para el turismo.
Chiapas también es tierra de grandes poetas y destacados escritores (Rabasa, Figueroa, Castellanos, Sabines, Duvalier, Zepeda, Bañuelos, Oliva, Vásquez, Garduño, Olmos, Bartolomé, Cortés, etcétera), de cuya herencia –y de la vasta riqueza cultural del estado— abrevan hoy cientos de jóvenes artistas, mujeres y hombres, que muestran su talento en la literatura, la música, el teatro, la pintura, la fotografía y demás artes visuales.
Sin embargo, pareciera que a este patrimonio, a esta vitalidad cultural, no se le ha dado su verdadera dimensión en el plano institucional. Desde hace 29 años, el organismo creado para diseñar y ejecutar las políticas públicas en la materia, ha tenido un estatus de Consejo Estatal que la condiciona en jerarquía, atribuciones, y lo limita en presupuesto.
De acuerdo con los datos disponibles, encontré que de 31 entidades, en 20 la institución que atiende a la cultura tiene estatus de secretaría, dos son subsecretarías, siete son institutos y sólo dos son consejos (Chiapas y Nayarit).
Si nos enfocamos a las zonas sur y sureste, tenemos que en cinco de ocho estados funcionan Secretarías de Cultura (Yucatán, Tabasco, Veracruz, Oaxaca y Guerrero). Y en otro tanto de entidades, sin la relevancia cultural que tiene Chiapas, también existen secretarías (Hidalgo, Morelos, Tlaxcala, Coahuila, San Luis Potosí y Baja California).
Ahora, si nos vamos a la cuestión presupuestal, tampoco salimos bien librados. De los datos consultados de 31 entidades, Chiapas ocupa el lugar 26 en la asignación de recursos con 123 millones 706 mil 918 pesos, equivalente al 0.124 por ciento del gasto del Poder Ejecutivo en 2025.
Si bien no se pueden hacer comparaciones con los estados más fuertes económicamente, como el Estado de México (2 mil millones), Ciudad de México (mil 300 millones) o Puebla (738 millones), contrastado con estados similares el presupuesto para la cultura en Chiapas sigue siendo menor. Yucatán (558 millones), Tabasco (casi 351 millones), Oaxaca (292 millones) y Veracruz (205 millones) obtienen más recursos del erario. Incluso en Quintana Roo y Campeche, donde no existen secretarías del ramo, se otorgaron este año 182 millones y 138 millones, respectivamente.
Es más, en los últimos dos sexenios el presupuesto para el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes (Coneculta) no ha llegado a los 128 millones anuales, oscilando entre 97 y 127 millones de pesos. En la última década, el promedio del presupuesto anual ha sido de 135.5 millones. Y si tomamos en cuenta que la mayoría de los recursos se destina a salarios, es comprensible que el presupuesto no alcance para que cumpla cabalmente con toda su encomienda, la cual según el artículo tercero de la Ley Orgánica de dicho organismo,” tiene por objeto la preservación, promoción, fomento, investigación, difusión y desarrollo del patrimonio cultural, material e inmaterial del Estado de Chiapas; así como la coordinación, administración y ejecución de la operatividad del Museo del Café, del Museo de la Niñez y del Teatro “Francisco I. Madero” respectivamente; además de la generación de espacios de diálogo con otras culturas de México y el mundo, logrando que la sociedad chiapaneca rescate y preserve sus valores artísticos y culturales, fortalezca su identidad, sus expresiones artísticas y tradiciones populares, en términos de la Ley de las Culturas y las Artes del Estado de Chiapas”.
En tiempos de transformación y del impulso a la chiapanequidad, y cuando la cultura y las artes resultan fundamentales para detener la violencia y construir la paz, resulta pertinente replantear el estatus administrativo y presupuestal del Coneculta.