MANUEL MONROY
El presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso del estado, Emilio Salazar Farías, pidió redactar un punto de acuerdo para exhortar a los diputados federales a crear un Fondo Emergente de cinco mil millones de pesos para todos los municipios que atienden a migrantes.
“En lo que se toma la decisión de deportar o dejar continuar su camino a los visitantes, se requieren recursos. En el caso de que se les retenga en lo que se resuelve su situación jurídica, se les debe dar alojamiento, comida y seguridad social y por ello se necesita dinero”, argumentó.
Señaló que el presupuesto deberá ser concursable y en función al número de migrantes que cada municipio tenga en un momento determinado. “Chiapas no es el único estado con esta clase de visitantes, por lo que urge crear dicho Fondo, o de lo contrario el costo para los Ayuntamientos será brutal”.
Recordó que la petición se deriva de las recientes negociaciones que hizo el gobierno de México con el de EU para evitar que éste último cobrara aranceles, lo cual hubiera destrozado la economía de la nación tricolor. “Se logró el mejor acuerdo y se actuó con la prudencia que requería la situación”, dijo.
En este sentido, aseguró que de haberse hecho realidad la amenaza del país de las barras y estrellas, un millón de empleos en México habrían estado amenazados con desaparecer, aunado a la posible reducción de uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Aseveró que al tema toral de la problemática es que el vecino del norte pide se cumpla la ley migratoria mexicana. “Nuestras normatividad da oportunidad de entrar al país como turista, trabajador temporal o por ayuda humanitaria, sólo que son pocos los que entran en estas circunstancias”.
Así las cosas, y tras saberse la cantidad de migrantes que ya se encuentran en la frontera norte, son miles los que entran por Chiapas cruzando el río, sin respetar las leyes. “Ciertamente la debandada de centroamericanos han afectado la tranquilidad de muchos municipios de la entidad”.
Sin embargo, el migrar es un derecho humano y quienes llegan a México lo hacen huyendo de la pobreza, la injusticia social o de la inseguridad. “No por lo anterior se debe soslayar que aprovechando esta situación, grupos criminales trafican armas o droga e incluso personas”, subrayó.
