Zocalo
Ciudad de México.- Jaime Sabines, el chiapaneco cuya poesía era marcada por la concepción trágica del amor y la angustiosa soledad. Sus letras de las más representativas en la poesía mexicana, por lo que se considera uno de los escritores más importantes de Latinoamérica.
Sus primeros escritos aparecieron en el diario escolar ‘El Estudiante’, cuando estudiaba preparatoria en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Desde sus primeras líneas, Sabines deja ver un estilo ‘pesimista’ con el que logró embelesar a sus lectores, una especie de intensa sinceridad que lo llevó a sacar a la luz La Señal, en 1951, y Adán y Eva, un año después.
La tristeza en las poesías de Jaime Sabines refuerza su figura de obsesión hacia la muerte, la cual abordaba con lúgubre filosofía, por la cual obtuvo el Premio Chiapas otorgado por El Ateneo de Ciencias y Artes de dicho estado, en 1959.
Publicó además diversos poemas en el Diario Semanario, donde dejó ver a un Sabines cotidiano que se encontraba más cerca del corazón que de la razón, con lo que llamaba a contemplar el amor desde un ángulo terrenal.
Fue diputado federal por Chiapas y el Distrito Federal, aunque su propia imagen en este ámbito no le gustaba del todo…
En 1982 obtuvo el premio Elías Sourasky y en 1983 el Premio Nacional de las Letras.
Víctima de un cáncer, falleció a los 72 años, el 19 de marzo de 1999, en el Distrito Federal.