MISAEL AUTE
Al continuar Chiapas en semáforo epidemiológico color rojo, la iglesia católica en la entidad decretó que la reanudación de sus acividades en las poblaciones donde tienen presencia, se harán «solo después de que las mismas hayan sido consensadas por la ciudadania de cada región».
En entrevista, Fabio Martínez Castilla, Arzobispo de Tuxla Gutiérrez dio a conocer que la determinación es para que la misma ciudadanía valore si es prudente o no efectuar las celebraciones eucarísticas. «En cada ciudad, pueblo o comunidad con un templo católico sus habitantes deberán analizar, conforme a la realidad que enfrenten con el coronavirus, si las realizan», comentó.
En este sentido, detalló que en cada lugar se deberá instalar un Consejo, el cual estará integrado por fieles que vivan en la zona, que analizará minuciosamente la viabilidad de reactivar las tareas religiosas o si éstas deben seguir prorrogandose. «Con esto buscamos que no haya malos entendidos y que no se tomen ciertas decisiones como una imposición».
Recordó que como lo han dado a conocer las autoridades sanitarias federales, dependiendo del color del semáforo epidemiológico en que declare semanalmente a cada estado, será el aforo que se permitirá en lugares de gran confluencia humana y aseguró que aún abriendo con un 25%, la Iglesia determinará el uso obligatorio de cubrebocas, respetará la sana distancia y aplicará gel antibacterial a todos los feligreses.
El líder católico pidió, tanto a los fieles como a los representantes de Dios en las iglesias, no desesperarse, con el objetivo de no crear incertidumbre, tal como sucedió recientemene en Oxchuc, donde un grupo de personas amenazó con reabrir los espacios religiosos. «Nuestras actividades deben reanudarse siempre priorizando la salud de todos los sectores».
Martínez Castilla insistió en que nada se gana desesperándose. «Sería una imprudencia correr, pues ello provocaría un alargue para la reapertura de los templos. Como sociedad tenemos que dar pasos firmes y seguros y educarnos todos a una nueva realidad,: la de vivir con el coronavirus», enfatizó.
