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Razones para no ser madres o padres…

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Gaceta UNAM

Existen varios factores por los cuales personas jóvenes, independientemente de su identidad de género, deciden no tener hijos, explicó Luz María Galindo Vilchis, académica e investigadora de las facultades de Ciencias Políticas y Sociales, y de Estudios Superiores Aragón de la UNAM.
“No es que no deseen formar una familia, sino que las condiciones no son favorables para hacerlo”, precisó.

Los factores

  1. Empleos inestables: cada vez es más difícil encontrar un trabajo fijo, y cuando se consigue uno, los sueldos suelen ser bajos con largas jornadas laborales. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, México es uno de los países con más horas de trabajo y menor remuneración.

De hecho, los mexicanos ganan como media 16,230 dólares estadunidenses (USD) al año, cifra mucho menor que el promedio estimado por la OCDE de 49,165 USD, siendo la más baja dentro de la organización.

“Es una contradicción: aunque los jóvenes tienen trabajo remunerado, los salarios no son suficientes para sostener a una familia. ¿Con qué van a mantener a los hijos?”, cuestionó Galindo Vilchis.

Quienes integran este sector han sido criticados por no aguantar las condiciones laborales, incluso se les ha llamado la generación de cristal. Pero, ¿de verdad son de cristal o simplemente visibilizan una desigualdad existente? “Ellos han manifestado que no van a trabajar si no se les paga dignamente”, subrayó la universitaria.

  1. Rentas elevadas: diversos estudios han demostrado que los jóvenes no pueden independizarse debido a los altos precios de las rentas. Muchos optan por compartir los espacios con compañeros (roomies) o seguir viviendo con sus padres.
  2. Pasan muchas horas en el transporte público: una buena parte de quienes pertenecen a este grupo de población se traslada todos los días desde la zona conurbada del Valle de México para llegar a sus empleos. Ocupan hasta tres horas de camino de ida y tres de vuelta. Si el sueldo no es suficiente, llegan a cocinar para llevar al otro día sus alimentos a la oficina, y sólo les queda tiempo para dormir. ¿A qué hora contarán con tiempo de tener una familia?
  3. ¿Quién cuidará a sus hijos? Si trabajan varias horas al día, los jóvenes no tienen tiempo para ver a sus hijos, menos para cuidarlos. Tendrían que pagar a alguien para que lo haga o dejarlos con los abuelos. De alguna manera, prefieren decir que no quieren hijos, ya que es lo más fácil.
  4. Necesidad de momentos para divertirse y descansar: en su poco tiempo libre, los jóvenes prefieren relajarse y explayarse, en lugar de asumir la responsabilidad de cuidar hijos. Sin embargo, debido a las condiciones laborales y los bajos sueldos, no tienen tiempo para descansar ni dinero para divertirse.

Sector LGBTIQ+
Históricamente, la familia ha sido entendida desde una perspectiva heteronormativa, y otras formas no eran visibles o eran castigadas con la cárcel o terminaban en hospitales psiquiátricos. A partir de la década de los 70 surgieron movimientos internacionales de visibilización lésbica. Hoy en día existe una diversificación entre las personas más jóvenes.

Tener hijos para el sector LGBTIQ+ es aún más complicado. Las parejas de hombres cuentan con dos opciones: la gestación subrogada, una técnica de reproducción asistida en la que una mujer gesta al hijo de otra persona, o la adopción. Sin embargo, en Ciudad de México este proceso es muy complicado, ya que puede tardar de uno a cinco o seis años. Por ello, prefieren ir a otros estados como Morelos, donde el trámite es más sencillo.

Cuando estas parejas adoptan, generalmente ya no son tan jóvenes, pues deben tener una estabilidad económica mediana. Si se trata de una pareja de mujeres en la que una de ellas decide ser madre, suelen turnarse para que una trabaje mientras la otra cuida a los hijos.

Reconfiguración familiar
Actualmente, las familias ya no son las tradicionales de papá, mamá, hijos, y tal vez perros o gatos, sino que pueden estar formadas por abuelos y nietos, mamá e hijos, papá e hijos, tía con sobrinos, entre otras configuraciones, ya que hay muchos niños huérfanos debido a los feminicidios.

De hecho, el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía reveló la existencia de familias poliamorosas, donde tres o cuatro personas viven juntas. En éstas hay mucho amor para los hijos. “Se trata de una reconfiguración familiar”, explica.

“Debemos proponer políticas para crear empleos más cercanos a las viviendas y considerar las necesidades de las personas. Se podrían hacer muchas cosas, pero se necesita voluntad política”, concluyó la académica universitaria.

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