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Miles de personas salieron a las calles de Nueva York, Madrid, Berlín, París, Varsovia, La Haya y en la propia Rusia para instar al presidente ruso, Vladimir Putin, a poner fin a la guerra desatada con la invasión a Ucrania, y que ya está dejando decenas de muertos y más de 100 mil desplazados.
En Nueva York, unas 200 personas caminaron desde Times Square a la sede de Naciones Unidas preocupadas por la suerte que aguarda a sus familiares en Ucrania.
La policía rusa detuvo a más de mil 700 personas en 51 ciudades de su país por participar en manifestaciones contra la guerra, según la ONG de derechos humanos OVD-info. Rusia cuenta con una severa legislación de control de las manifestaciones que suelen terminar con masivas detenciones.
Frente a las concentraciones, en su mayoría poco numerosas, tanto el Ministerio del Interior ruso como el Comité de Investigación y la Fiscalía de Moscú advirtieron a los ciudadanos sobre la responsabilidad por “acciones ilegales en la organización y realización de acciones no autorizadas”.
En la capital rusa, de los cerca de 2 mil moscovitas que se reunieron en el centro de la ciudad unos 600 fueron detenidos por “alteración del orden público”, según informó el Ministerio del Interior.
Al mismo tiempo, una de las plazas principales de San Petersburgo albergó a unos 200 protestantes que, sosteniendo pancartas, mostraron su rechazo a la decisión del presidente. De ellos, unas 10 mil personas resultaron detenidas
