El Economista
El peso mexicano se depreció con fuerza este miércoles, en su tercera jornada consecutiva con pérdidas. La divisa local se depreció ante un fortalecimiento global del dólar, y debido a renovadas preocupaciones sobre las elecciones de noviembre en Estados Unidos.
El tipo de cambio terminó la jornada en el nivel de 19.9406 unidades. Comparado con el cierre oficial de 19.6982 unidades ayer, con los datos del Banco de México (Banxico), esto significó para el peso una caída de 24.24 centavos, equivalentes a 1.23 por ciento.
El precio del dólar se movió en un rango entre un máximo de 19.9610 unidades y un nivel mínimo de 19.6765 pesos. El Índice Dólar (DXY), del Intercontinental Exchange, que mide al billete verde con una cesta de seis monedas fuertes, subía 0.28% a 103.55 puntos.
El peso retrocedió por tercera sesión y el precio del dólar tocó un máximo de cinco semanas. Contra un cierre de 19.2870 unidades el viernes de la semana pasada, con datos del Banxico, el movimiento acumulado implica una caída de 65.36 centavos o 3.39 por ciento.
«A tres semanas de las elecciones de noviembre en Estados Unidos, los mercados financieros, particularmente el de divisas, parecen comenzar a incorporar en las cotizaciones una posible victoria del expresidente Donald Trump», explicó la firma CIBanco, en un reporte.
El expresidente de Estados Unidos y actual candidato del Partido Republicano a la presidencia, afirmó que de ganar los próximos comicios podría imponer aranceles superiores a 200% a los automóviles importados desde México, uno de los motores de la economía local.
«El peso mexicano se presiona y es la moneda más depreciada del bloque emergente. No se descarta que intente probar el psicológico de 20 pesos, pero podría regresar a la zona sobre 19.70, donde hay alto volumen», dijo Juan Carlos Cruz Tapia, docente de la EBC.
Otro factor importante, aseguró Cruz Tapia, son los informes de diversas fuentes que señalan que se revisarán las alianzas público-privadas en materia de energía para eliminar las ventajas otorgadas a empresas privadas, que han aportado volatilidad al tipo de cambio.