Gaceta UNAM
Hoy es una realidad que, en el contexto universitario, una parte de la población con mayor educación y con posibilidades de ascenso social decidan repensar sus paradigmas de maternidad y paternidad, afirmó Tania Meléndez Elizalde, docente de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM.
Cada vez más jóvenes no incluyen en sus proyectos de vida tener descendencia, algo que hasta hace años era parte del deber ser, es decir, esas imposiciones sociales de tener pareja, casarse y tener hijos, mismas que hoy las generaciones más recientes ponen en entredicho y toman otras elecciones, prosiguió al participar en el programa radiofónico Vida Cotidiana. Sociedad en movimiento, coproducido por la Escuela Nacional de Trabajo Social y Radio UNAM.
Sin embargo, precisó, en algunos sectores de la población, incluida la clase media, aún prevalecen las imposiciones sociales de casarse y ser padres o madres.
En su charla denominada Nuevos proyectos de vida: jóvenes sin hijos, Tania Meléndez señaló que México es un país de grandes contrastes, por lo que habrá lugares en zonas específicas del territorio nacional donde se conservan esas tradiciones de lo que debe considerarse un proyecto exitoso y completo de lo que es vida.
Entonces sí, la elección de los jóvenes de postergar la maternidad o la paternidad, o no tener hijos va en aumento en nuestra sociedad, aunque prevalece la postura, en particular hacia las mujeres, de la maternidad y la crianza de los hijos, considerados históricamente los roles más importantes en la realización de éstas, destacó la universitaria.
Por fortuna, los movimientos sociales, en particular el feminismo, han puesto en entredicho esos “deberes insoslayables”, y hoy el uso de los métodos anticonceptivos, la interrupción legal del embarazo y la información han constituido una de las políticas sociales de importancia para que las mujeres repiensen esa situación y que tanto mujeres como varones posterguen la maternidad y la paternidad.
Es necesario pensar que los integrantes de las familias son sujetos de derechos, entre ellos los reproductivos y sexuales de mujeres y varones, y entre esas garantías individuales la de decidir no procrear, “ello está plasmado en nuestra Constitución, pero no lo pensamos en nuestra vida cotidiana”, finalizó.