Analistas subrayan que son un lastre los altos costos operativos de la empresa productiva del Estado, la cual genera 48.2% de la luz en el país
La Jornada
Entre los grupos que utilizan contratos de compañías autogeneradoras, en su mayoría extranjeras, para adquirir electricidad destacan las cadenas comerciales Oxxo, Grupo Salinas, Walmart, Telmex, HSBC, Cinépolis, Peñoles y General Motors, entre otros.
De acuerdo con datos confirmados al cierre de 2019, última información oficial disponible, también otras empresas como Kimberly Clark, Nissan, Cemex, Liverpool, Soriana y Movistar prefieren realizar compras a generadores privados o tener plantas propias como ocurre con las mineras, acereras y cementeras.
Informes del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) revelan que al mes de abril de 2020 existen 93 participantes del mercado eléctrico nacional, además de la CFE.
Entre las compañías eléctricas que han representado una competencia para CFE por la pérdida de mercado de grandes consumidores para la empresa productiva del estado, destacan Iberdrola Clientes, Enel Energía, American Light and Power, Acciona, Intergen Soluciones Energéticas, Tractebel y Bravos Generación, entre otras.
Estas empresas generadoras que están clasificadas en la ley como suministrador pueden ofrecer el fluido eléctrico en un régimen de competencia.
Las empresas prefieren comprar energía a los privados que a la CFE porque el costo de generación es mayor en la eléctrica nacional por sus elevados gastos operativos comparado con una compañía pequeña cuyos costos marcan una diferencia sustancial. Algunas de las plantas de CFE tienen equipos antiguos con eficiencia de 35 o 40 por ciento, comentó Ramses Pech, analista en materia de energía.
Actualmente la CFE trabaja en la modernización de las instalaciones generadoras de electricidad, tanto de ciclo combinado, geotérmicas, termoeléctricas, nucleoeléctricas y particularmente en las hidroeléctricas, para restablecer su capacidad de generación.
Sin embargo, desde 2014 no se ha realizado un programa masivo de modernización de líneas de transmisión y distribución, por lo que el riesgo de colapsar aumenta a la vez que más plantas privadas se interconectan a las redes. El año pasado la generación neta inyectada al sistema eléctrico nacional fue de 177 mil 703 gigawatt/hora con una proporción de energías limpias de 20.9 por ciento y 79.1 por ciento de energía convencional.
La participación de la Comisión Federal de Electricidad fue de 48.2 por ciento en la energía inyectada y 51.8 por ciento de los productores independientes de energía.