MISAEL AUTE
«Es un foco de alarma que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) proyecten que la pérdida de empleos derivada de la crisis actual por la pandemia ascienda a 47 millones, destacó el presidente del Consejo Internacional de Empresarios (Coine), Martín Rodríguez Sánchez.
En entrevista, el líder hizo un llamado al sector empresarial a abonar al establecimiento de condiciones que reviertan dicho indicativo y coincidió con los organismos internacionales al visualizar a los jóvenes y a las mujeres como los grupos más vulnerables a perder su empleo actual o poder emplearse en algún trabajo seguro.
«Desafortunadamente dentro del sector empresarial se carece de un enfoque integrador, lo cual se entiende por el limitado margen de acción que tienen las industrias actualmente», dijo y resaltó que la situación coyuntural entre el mercado laboral y la estabilidad de obtener un empleo recae en diversos aspectos.
Señaló que entre dichas adversidades se encuentran: la falta de oportunidades y principalmente al rezago educativo en habilidades que demanda el mercado laboral, como son: idiomas, programas de computación y experiencia.
Explicó que de acuerdo con esta situación, resulta complicado que en México los jóvenes con solo bachillerato cursado tengan las mismas posibilidades que aquellos que cuentan con una licenciatura; y añadió, que hasta no solucionarse la problemática salario-productividad y se modifiquen los estándares de desempeño, no existirá mayor apertura para las siguientes generaciones.
“La pandemia trajo consigo una ruptura de paradigmas que han mermado la dinámica laboral, haciendo necesaria una mayor resiliencia por parte de las empresas, que deben enfocar su atención al tema de factor humano, al incluir en sus estructuras a más jóvenes, incluidas mujeres, principalmente en posiciones donde antes no se involucraban”, subrayó.
Martín Rodríguez refirió que el aumento de pobreza global, el cierre de empresas e incertidumbre en las inversiones dificultan la generación de nuevas fuentes de empleo, pero aseguró que es posible revertir dicho parámetro en la medida de que se coloque al empleo como núcleo de las políticas económicas y sociales a nivel organizacional, que de funcionar, podrían replicarse a otros niveles.
De igual forma, apuntó hacia la necesidad de que las empresas innoven en sus estrategias y modelos de operación: “En el Coine establecimos que una fórmula para reinventar la manera en que se estaban haciendo las cosas, era a través de la integración de emprendedores dentro de los equipos de trabajo, de esa forma se generan nuevas fuentes de empleo y se incorpora a los grupos que de otra manera necesitarían esperar hasta concluir sus estudios para buscar emplearse”.
