Prensa Latina
El texto circulado esta semana llama a detener el conflicto vinculado a la liberación de los rehenes en poder de Hamas.
De acuerdo con la versión textual, circulada entre la prensa, el borrador considera «imperativo» un cese al fuego inmediato y sostenido para proteger a los civiles de todas las partes, permitir la prestación de asistencia humanitaria esencial y aliviar el sufrimiento humanitario.
Además, insta al Consejo a apoyar «inequívocamente los esfuerzos diplomáticos internacionales en curso para lograr ese cese al fuego en relación con la liberación de todos los rehenes restantes».
Aunque se trata de la propuesta más fuerte presentada por la nación norteña -que ocupa uno de los cinco asientos permanentes en la herradura-, el lenguaje parece más bien reconocer la importancia del cese de las hostilidades que exigirlo.
Nate Evans, portavoz de la embajadora permanente estadounidense Linda Thomas-Greenfield, aseguró la víspera en una declaración que la medida «es una oportunidad para que el Consejo hable con una sola voz”.
El borrador, dijo, busca “apoyar la diplomacia que se desarrolla sobre el terreno y presionar a Hamás para que acepte el acuerdo que está sobre la mesa», añadió el vocero.
Sus declaraciones confirman la ambigüedad del texto más bien dirigido a promover esfuerzos diplomáticos que a reclamar el fin de las hostilidades.
A mediados de febrero, Estados Unidos fue el único país que votó en contra de un proyecto de resolución presentado por Argelia, al alegar que pedir el fin «inmediato» de las hostilidades podría poner en riesgo las negociaciones entre las partes.
De acuerdo con analistas, la endurecida postura norteamericana parece responder ahora al avance de las negociaciones, el agravamiento de la situación humanitaria para los civiles atrapados y las constantes denuncias de falta de acceso de los organismos sobre el terreno.
Los debates y documentos emanados del Consejo de Seguridad, integrado por 15 miembros, son cruciales en este contexto pues sus resoluciones son vinculantes.