* Algo que al parecer no se ha podido superar en la cultura política del país es la aceptación de la derrota, dijo el delegado del INE en Chiapas
«La reforma electoral que se propone tiene muchas aristas, pero la que ha cobrado más interés es la referente a los cambios que puedan darse al Instituto del ramo, por lo que confiamos en que sea un proceso transparente y abierto a la ciudadanía», consideró Arturo de León Loredo, vocal Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE) en Chiapas.
Pidió a quienes tendrán esa tarea tomar los mejores acuerdos en materia de representación popular, organización de elecciones, registro federal de electores, espacios en radio y televisón, financiamiento, en crear una cultura de mayor compromiso de los partidos políticos en las contiendas comiciales, así como de mejor vigilancia sobre sus candidatas y candidatos.
Durante una profunda entrevista, el delegado rechazó que el otrora Instituto Federal Electoral (IFE) ahora convertido en INE, se haya autocreado. «Esta instancia surge entre los acuerdos políticos de los representantes populares de los distintos partidos y fue así como en 1990 se determina crear una institución autónoma separada de los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial».
El Instituto se formó pensando en que sus integrantes solo respondieran ante la Constitución y que todos sus actos fueran impugnables y revisables por un tribunal, sin que recibieran órdenes de ninguna otra autoridad. «Así las cosas se empezaron a organizar elecciones con calidad, imparcialidad, independencia, apego a la norma y fue como el pluralismo fue ganando terreno», manifestó.
Enfatizó que hoy día el INE da respuesta a la ciudadanía tras encabezar procesos comiciales sin favorecer a nadie y los resultados siempre han sido respetados a partir de la decisión de la ciudadanía, sin embargo, algo que al parecer no se ha podido superar en la cultura política del país es la aceptación de la derrota, es decir, el de no salir favorecido con la voluntad popular.
Lamentó que siga existiendo la cultura de la descalificación del triunfo de un candidato, la incredulidad de la imparcialidad del Instituto que organizó la elección y el que pocas veces se hable de la evaluación del equipo que elaboró la campaña política de la candidata o candidato. «Ante un escenario de tantos malos perdedores y donde se le echa la culpa al árbitro, provoca que no quieran referi», sustentó.
No obstante, enfatizó que un país democrático requiere conducirse por normas, leyes e instituciones que garanticen la aplicación de las reglas. «Un país donde existe democracia, requiere de elecciones en un determinado tienpo», subrayó de León Loredo.