La educación debe celebrar y respetar las diferencias culturales y étnicas de México.
Retos
La población indígena de México es la que tiene mayor riesgo de no ir a la escuela, no concluir la educación básica obligatoria o no lograr los niveles de aprendizaje esperados.
Las razones son diversas, pero la falta de acceso y el alto grado de marginación de muchas comunidades indígenas y de sus escuelas están entre las principales causas; más del 90% de las escuelas indígenas de educación básica están en localidades con altos grados de marginación.
Mientras que el promedio nacional es que 1 de cada 20 personas es analfabeta, el promedio de personas que sólo hablan una lengua indígena no sabe leer ni escribir es 1 de cada 4 personas
Entre la población indígena, las niñas, niños y adolescentes que sólo hablan una lengua indígena son los que sufren un mayor rezago. Entre estas comunidades, 1 de cada 10 niños y niñas no van a la escuela con regularidad.
Por otra parte, aunque sí van a la escuela, la mayoría no recibe clases en su lengua materna lo que les dificulta enormemente el aprendizaje.
Hay escuelas indígenas y comunitarias que, además de carecer de recursos para el mantenimiento de sus instalaciones y equipo escolar, no cuentan con ningún docente que hable las lenguas maternas de los estudiantes, por lo que las clases se imparten en un segundo idioma como el español. Como consecuencia, 1 de cada 10 adolescentes que sólo habla una lengua indígena y está en edad de asistir a la preparatoria o al bachillerato (entre 15 y 17 años) aún cursa la primaria o secundaria.
Los niños, niñas y adolescentes con discapacidad también sufren rezagos y exclusión; a menudo son ubicados en clases o escuelas distintas a las que asiste el resto de su grupo de edad o se les niega el acceso. 1 de cada 4 niños y niñas entre los 6 y 11 años con alguna discapacidad no asisten a la escuela.
Las soluciones
La educación tiene efectos muy notables en la vida de las personas una vez que llegan a la edad adulta: por ejemplo, 7 de cada 10 mujeres indígenas con escolaridad superior tienen un empleo u ocupación formal, en contraste con 2 de cada 10 mujeres indígenas sin escolaridad.
En UNICEF apoyamos políticas e iniciativas que garanticen que niñas, niños y adolescentes indígenas reciban educación de calidad, en sus lenguas maternas, y que respeten las diferencias culturales. También trabajamos para que todos los niños y niñas en México puedan asistir a la escuela y aprender, sin importar sus capacidades físicas o mentales.
En 2017, trabajamos en colaboración con la Secretaría de Educación Pública (SEP) para ofrecer talleres que desarrollaran y fortalecieran las habilidades de lectura y escritura en las lenguas jñatjo/jñatrjo, me´phá y ralámuli de más de 921 maestros y directivos de preescolares, primarias y secundarias de Chihuahua, Estado de México y Guerrero.
El mismo año, lanzamos el Panorama Educativo de la Población Indígena y Afrodescendiente en alianza con el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), que ofrece información actualizada para identificar y caracterizar a las poblaciones indígenas y afrodescendientes, sus contextos, su acceso a la educación y los resultados que obtienen para apoyar una planificación adecuada de políticas y proyectos que sean pertinentes y efectivos.