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La fila formada por miles de personas que acuden a la basílica de San Pedro para dar el último adiós al papa Francisco superó la medianoche y se alargó hasta las 5:30 de la madrugada de este jueves (24.04.2025) en Roma, en la primera de tres jornadas de exposición del féretro antes del funeral del sábado en el Vaticano.
La basílica de San Pedro permaneció abierta hasta las 5.30 horas (CET), cerró sólo para permitir la reorganización y las tareas de limpieza, y volvió a abrir a las 7.00 horas ante la gran cantidad de fieles que acudieron para dar el último adiós al papa Francisco.
A pesar de que la hora prevista de cierre era la medianoche, se decidió dejar la basílica vaticana abierta para permitir que los fieles que habían hecho hasta 3 horas de fila pudieran entrar para homenajear al pontífice argentino, que falleció este lunes a los 88 años.
Desde que se abrió la capilla ardiente a las 11:00 horas locales (9:00 GMT) hasta las 19:30 horas locales (17:30 GMT) el Vaticano había contabilizado 19.430 personas.
Francisco, fallecido el lunes con 88 años a causa de un ictus y tras más de dos meses con serios problemas respiratorios, yace dentro de un féretro de madera a los pies del baldaquino de Bernini.
Vaticano preparado para dejar Basílica abierta
El Vaticano ha organizado tres días para permitir que los fieles puedan darle el último adiós en el templo: miércoles y el jueves hasta la medianoche pero el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, adelantó que están «preparados» para dejar la basílica abierta más allá de esa hora.
La capilla ardiente terminará previsiblemente el viernes a las 19:00 horas locales (17:00 GMT) para después proceder al cierre del féretro.
El sábado, tras el funeral, su cuerpo será llevado a la basílica romana de Santa María La Mayor para ser enterrado en una capilla, tal y como el pontífice argentino dispuso en vida por ser muy devoto de la Virgen que custodio, la ‘Salus populi romani’.
El primer pontífice latinoamericano yace en un sencillo ataúd abierto, ante el imponente baldaquino barroco de la iglesia más grande del mundo.
Llevaba su inseparable rosario entre las manos y casulla roja. Su cuerpo no se depositó en un catafalco, a diferencia de sus antecesores: petición expresa del jesuita argentino de estilo austero.
El «más humilde de los papas»
«El gran silencio me acercó a él», dijo a AFP sor Caterina, después de verlo. «Tuve esa emoción de sentir que tenemos al papa en el cielo rezando por nosotros», agregó esta monja residenciada en Suiza.
«Queríamos decir gracias al más humilde de los papas», señaló Francisca Antunes, estudiante de medicina portuguesa de 21 años tras abandonar la basílica con una amiga. «Se sintió muy bien estar ahí».
Los tradicionales nueve días de duelo en el Vaticano tras la muerte de un pontífice -los Novendiales- comenzarán el sábado, informó la Santa Sede tras una nueva reunión de cardenales, que aún no anunciaron la fecha del próximo cónclave.