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MOREIRA-VIGGIANO: UNA PAREJA DE PODER BUSCA LA SILLA GRANDE DE HIDALGO

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Eme Equis

Tuvieron su apogeo en la era Peña Nieto y su caída con la llegada de AMLO. Ahora, el matrimonio formado por Rubén Moreira y Carolina Viggiano vuelve a los reflectores. Rubén preside la Mesa Directiva en San Lázaro. Y Carolina, también diputada, quiere ser gobernadora. Ambos provienen de familias asentadas en el poder y con oscuras anécdotas.

En 2015, la boda del entonces gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, con la diputada Carolina Viggiano Austria, reunió el destino de dos poderosas estirpes priístas.

Rubén Moreira pertenecía a una familia recientemente empoderada que había reunido en sólo 15 años, la alcaldía de Saltillo y dos gubernaturas, además de numerosas posiciones en el gabinete estatal coahuilense. Carolina Viggiano provenía de una estirpe de temibles caciques hidalguenses cuyo dominio regional se remontaba a los primeros años de la posrevolución.

Rubén Moreira dio continuidad al mandato de su hermano, Humberto Moreira. Con sólo un intermedio de un mes cubierto por el interinato de Jorge Torres López, los hermanos gobernaron Coahuila de 2005 a 2017.

Carolina Viggiano, por su parte, salió del circuito político local de Tepehuacán de Guerrero, su tierra natal, para destacar como diputada local, cuatro veces diputada federal, tres veces secretaria en el gabinete estatal hidalguense y presidenta del Tribunal Superior de Justicia del estado de Hidalgo.

Ambos han remontado el lado oscuro de sus historias: ella, la del feroz cacicazgo del que surgió. Él, de una serie de acusaciones contra su hermano Humberto y contra él mismo, que van de endeudamiento desmedido de la hacienda pública hasta presunciones de vínculos criminales.

Rubén y Carolina fueron estrellas de la era peñista en México. Él era un destacado y leal gobernador tricolor. Ella, secretaria general del comité nacional priísta. A la ceremonia de su enlace matrimonial acudió el entonces presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fue testigo.

Tras el ascenso del obradorismo en 2018, el priísmo, y el peñismo en particular, cayeron en desgracia. Pero el matrimonio Moreira – Viggiano se sobrepuso. Ahora, Rubén Moreira preside la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados Federal. Y Carolina, también diputada, quiere ser candidata a gobernadora. De preferencia, por el PRI.

En tiempos de restauración de la “república caciquil”, EMEEQUIS explora las raíces próximas y lejanas de la singular pareja, que busca sumar a su historia de amor una nueva gubernatura en 2022, la del estado de Hidalgo

LAS FRONDAS DE LOS AUSTRIA

En el extremo septentrional del estado de Hidalgo, colindante con territorio potosino, se encuentra el municipio montuno de Tepehuacán de Guerrero, enclavado entre verdes cañadas, arroyos, cascadas, y abigarrados bosques de cedros de la Sierra Madre Occidental, donde aún asoman venados y linces.

Aquellas estribaciones pertenecen a la región de Metztitlán. En esas tierras surgió a principios del siglo pasado el poder incontenible del coronel Honorato y del Mayor Francisco Austria, revolucionarios que al triunfo del movimiento armado construyeron un cacicazgo regional a fuerza de diputaciones federales, ascensos militares, y el arropamiento de uno de sus pares: el cacique mayor de la “Casa Real de Huichapan”, Javier Rojo Gómez, que además de gobernar Hidalgo, llegaría también a tender el mando político y administrativo del Distrito Federal y del territorio de Quintana Roo.

Para los setentas no había decisión en la región de Tepehuacán, nombramiento en puesto público, regidor, alcalde, comisariado ejidal, o incluso profesor de primaria, que procediera sin la aprobación del cacicazgo de los Austria.

Heredaron a su comarca una casta de terratenientes habituados a cuidar sus propiedades con guardias blancas (rurales armados) y con el ejercicio pleno de la impunidad como sello distintivo de su hegemonía, en los años más oscuros del partido del estado.

En Tepehuacán, los mayores todavía recuerdan la muerte de la jovencita Frida Díaz Ruiz, que hace 46 años, en 1975, dejó cómo único rastro de su existencia una carta en la que explicaba la causa de su sucidio: el abuso perpetrado en su contra por Arturo Austria, hijo del cacique Francisco Austria Cabrera, heredero a su vez de los primeros mandones.

La familia Díaz Ruiz tuvo que irse lejos. No fuera a ser que don Francisco se diese por ofendido y, en lugar de castigar a su hijo, intentara silenciar el asunto atentando contra los parientes de la víctima. Para el cacique era un asunto de poca monta. En todo caso, una línea anecdótica en la historia de cómo Arturo se fue haciendo hombre. Pero nada más. Don Francisco tenía ocupaciones más importantes.

En abril de aquel mismo año, un grupo de más de medio millar de aparceros del Ejido de Cuatolol, uno de las comunidades ejidales de Tepehuacán, se armaron de valor y se fueron a Pachuca a presentar una queja escrita ante el gobernador del estado, por las vejaciones y abusos cometidos contra ellos por Austria Cabrera.

También enviaron una queja semejante a la Décima Octava Zona Militar, la cual remitió copia de la denuncia al Jefe de Estado Mayor de la Defensa Nacional, Alfonso Pérez Mejía.

De acuerdo con documentos del expediente, que obran en el Archivo General de la Nación (AGN) y que fueron consultados por EMEEQUIS, Pérez Mejía ordenó a la Zona Militar iniciar una investigación.

Acompañó la instrucción con la observación de que, aunque no existían en archivo antecedentes de los hechos denunciados, “se tiene conocimiento de que en la región de Tepehuacán, desde hace tres generaciones, son caciques (…) los Austria, individuos sanguinarios y temibles que explotan a los campesinos, sembrando el temor y obligándolos a emigrar (…) por miedo a ser asesinados”.

En su escrito, los ejidatarios habían denunciado:

“Que el cacique que se autonombra coronel y licenciado y cuyo nombre es Francisco Austria Cabrera, desde hace muchos años, les ha causado secuestros, emboscadas, calumnias, allanamientos de morada, despojos de parcelas y hogares, encarcelamientos y torturas, valiéndose de un numeroso grupo de pistoleros armados, entre los cuales destacan Ismael Martínez y Avigail Martínez Mancilla, quienes son autores de varios asesinatos”.

También presumían con “pruebas que pueden presentar ante cualquier autoridad federal, pero que temen a las represalias y a los horrendos procedimientos utilizados por los Austria y sus pistoleros, por lo que piden la intervención de su autoridad, rogando que se envíe gente honrada para la investigación correspondiente, sugiriendo acudan primariamente a Cuatolol y no a (la cabecera municipal de) Tepehuacán, donde el cacique puede cuartar (coartar) su misión desorientándolos y sobornándolos, como es su costumbre desde años atrás”.

Pero no había necesidad de que nadie pusiera sobre aviso al gobernador. La denuncia había procedido y había ido a parar a la oficina del Estado Mayor, únicamente porque se había presentado durante la efímera gubernatura del médico Otoniel Miranda Andrade, que de punta a cola había durado nada más que 28 días en el cargo: del primero al 28 de abril de 1975.

Miranda Andrade había conseguido la candidatura al gobierno del estado por voluntad de su amigo de la infancia, el mandatario saliente Manuel Sánchez Vite, que en el sexenio del populista Luis Echeverría, entonces en el poder, había presidido además el comité nacional del PRI.

Pero el doctor Otoniel Miranda no era bien visto por los cacicazgos regionales de Hidalgo ―los Rojo, los Nochebuena, los Austria―, que agitaron grupos de la entidad, incluidos campesinos, para protestar contra el mandatario con las más diversas razones. Fue con base en tales presiones como consiguieron que Echeverría consintiera en que el Senado determinara la desaparición de poderes en la entidad.

Así, la gubernatura hidalguense regresó a la dinastía Rojo: fue designado gobernador Jorge Rojo Lugo, hijo del exmandatario de corte caciquil Javier Rojo Gómez, gran amigo de los Austria.

De modo que los resultados de la indagatoria con Austria, fuese cual fuese, fueron inciertos, irrelevantes, y estos sí que fueron anecdóticos.

LA SAVIA DE LOS VIGGIANO

Francisco Austria Cabrera siguió haciéndose llamar coronel y licenciado. Faltaba más. También continuó imponiendo su voluntad con sus cuadrillas de rurales en 28 comunidades ―según la denuncia fallida― de Tepehuacán y, con el respaldo de los sucesivos gobernadores hidalguenses mantuvo el mando en la región.

Pero no podía hacerlo solo. Necesitaba con frecuencia de las autoridades locales, sus veladores del Palacio Municipal, es decir, los sucesivos alcaldes. Cuando no había algún Austria o un Cabrera como alcalde, tenía que estar un Trejo o un Viggiano de presidente municipal, para que le cuidara la silla a don Francisco Austria.

Justo en el periodo de la denuncia de los ejidatarios, se hallaba en la alcaldía Tobías Cabera Ugalde (1973-75). Lo había precedido Isaías Austria Ángeles (1970-73).

Después estuvo Sadot Viggiano Trejo (1976-1979), le sucedió Eleuterio Cabrera Cervantes (1979-82), que antecedió a José Luis Austria Muñoz (1982-85)…

De veladores pasaban a cómplices, luego fueron socios, y al cabo familiares. Las frondas del árbol caciquil se expandieron. A la generación de terratenientes sucedió otra de empresarios, constructores, restauranteros, hoteleros…

Ya desde los 60s, los Austria y los Viggiano habían pasado de socios políticos a parientes cercanos. El 26 de diciembre de 1965, día de San Esteban, la alianza política regional quedó sellada con las nupcias Juan Viggiano Trejo y Teresa Lidoyne Austria Espinosa. Juan, empresario hotelero, era hermano de Sadot ―que una década después sería alcalde―, y Teresa era sobrina del cacique Francisco Austria Cabrera.

Del connubio entre Juan y Teresa nacieron seis hijos, cuatro mujeres ―Ada Lilia, Alma Carolina, Dalia y Gyna― y dos varones―José Juan y Aldo Jesús.

De ellos, dos salieron políticos: José Juan y Alma Carolina Viggiano Austria. José Juan ha sido ya dos veces alcalde de Tepehuacán, de 2009 a 2012, y en el actual periodo, de 2021 a 2024.

Carolina Viggiano ha sido diputada local, cuatro veces diputada federal (1996-99, 2000-03, 2009-12, 2015-18, 2021-), tres veces secretaria en el gabinete estatal hidalguense (de Planeación y Desarrollo Regional, 1995-96; de Desarrollo Social, 2000-04), Presidenta de la Judicatura, Presidenta del Tribunal Superior de Justicia del estado de Hidalgo; secretaria general del comité nacional del PRI, primera dama del estado de Coahuila…

Ahora quiere la gubernatura de su estado natal.

LOS MOREIRA: EL ASCENSO

Humberto y Rubén Moreira Valdés provienen de una familia de profesores normalistas. Como su padre y abuelo, Humberto ingresó a los 22 años al ejercicio de la docencia y a la política gremial, en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). La rudeza de ese ambiente no le sentó. Uno de los líderes de su facción fue asesinado en extrañas circunstancias.

Así que fue a la ciudad de México y se integró a la burocracia de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Bajo la gestión de Manuel Bartlett Díaz en esa dependencia, Humberto Moreira se desempeñó, entre 1988 y 1992, como capacitador magisterial y como jefe de departamento de esa dependencia.

En 1992, Bartlett se fue a la gubernatura de Puebla. El nuevo secretario, Ernesto Zedillo, nombró como subsecretario de Educación Básica al exlíder estudiantil de 1968, Gilberto Guevara Niebla, a quien le ganó la voluntad rápidamente el jóven profesor Humberto Moreira, así que lo nombró su secretario particular.

La aparentemente modesta posición le dio una interlocución inmediata con la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo, que sería clave para el ascenso de Moreira. En 1994, cuando llegó Miguel Limón Rojas a la SEP, Moreira lucía como un activo heredado de la gestión zedillista en esa dependencia.

Esos fueron sus activos: la relación con Gordillo y su reciente filia zedillista. El maestro Moreira se desempeñó en ese sexenio como delegado del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) y del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA).

Con esas posiciones regresó a hacer política en su estado natal. En 1999, el gobernador Enrique Martínez lo integró a su gabinete como secretario de Educación. El resto fue más sencillo: en 2003 llegó para el profesor la alcaldía de Saltillo, y en 2005, la gubernatura.

Humberto Moreira tenía un hermano abogado, Rubén. Mayor por tres años, no había tenido una carrera pública tan acelerada. Se había iniciado en la modesta posición de secretario de acuerdos en un juzgado del Tribunal Superior del estado, pero en 1991 consiguió la de secretario particular del titular de la Secretaría de Gobierno de Coahuila, Felipe González Rodríguez.

Después, durante la gubernatura de Rogelio Montemayor (1993-99), el abogado Moreira se desempeñó como director de Asuntos Políticos y secretario técnico del Consejo Estatal Electoral de Coahuila. Pasó después a la dirección jurídica de la Secretaría de Educación del gobierno estatal.

En 2001, Rubén se fue de secretario de Gobierno del ayuntamiento de Saltillo, con el alcalde Óscar Pimentel.

PODER, TRAGEDIA Y SOSPECHAS

En 2003, Humberto saltó de la Secretaría de Educación a ser presidente municipal de Saltillo. Rubén se integró al gobierno estatal como subsecretario de Planeación Educativa. En 2005, el profesor Moreira se convirtió en Gobernador, y nombró al abogado Moreira subsecretario de Asuntos Políticos.

Rubén se preparaba en silencio para suceder a su hermano. En 2009 se fue de diputado federal, y en 2011 regresó a Coahuila para la gubernatura.

Pero por lo pronto, Humberto se fue a la dirigencia nacional del PRI. Y Rubén, asumió la gubernatura de Coahuila. Eran las horas de gloria de la familia Moreira.

Pero en marzo de 2012, un hecho cambió la historia: José Eduardo Moreira Rodriguez, hijo de Humberto Moreira, fue asesinado. De nada le había servido ser hijo de un exgobernador y expresidente del partido en el poder, y sobrino del gobernador en funciones, para esquivar la bala que le quitó la vida en una brecha solitaria de Ciudad Acuña.

El crimen, presuntamente había sido perpetrado por instrucción de Miguel Ángel Treviño, un criminal conocido como Z-40, que de alguna forma culpaba a los Moreira de la muerte de un sobrino suyo, ocurrido ese mismo día, y había cobrado venganza.

Los hechos cambiaron la percepción respecto de los Moreira. Salió a la luz que la gestión de Humberto se había caracterizado por el crecimiento desorbitado de la deuda estatal, y por la sospecha de vínculos con el crimen organizado, específicamente con el grupo delictivo conocido como “los Zetas”.

Después saldría a la luz la versión de que Humberto y Rubén Moreira transfirieron recursos a Ariel Maldonado Leza, exdirector de Coordinación Institucional de la PGR.

El periódico El Demócrata del Norte publicó el 17 de septiembre de 2010 que “Rubén y Humberto Moreira convirtieron a Fausto Destenave Kuri y Carlos Moreira Valdés, en los responsables de depositar dinero a Ariel Maldonado Leza, acusado de secuestro. Maldonado Leza, compadre de Humberto, se encontraba prófugo en España en ese entonces”.

El secuestro imputado a Maldonado Leza por autoridades españolas era el del empresario Carlo Antonio Pilgram. Maldonado fue detenido en España en 2004, extraditado a México en 2005 y liberado en 2008.

En 2015, una corte de Texas implicó a Humberto Moreira en una red de lavado de dinero. A petición del gobierno estadounidense, el profesor fue detenido en enero de 2016 en España, donde supuestamente cursaba estudios de postgrado.

Tres meses después salió de prisión comiendo una manzana y sin imputaciones. Según información difundida por el diario Reforma (en marzo de 2019), Moreira logró su libertad a cambio de información proporcionada al FBI sobre Juan Manuel Muñoz, llamado “El Mono”, presunto operador financiero de “Los Zetas”.

Pasado el trago amargo vinieron las albricias: el 22 de septiembre de 2015, el gobernador, Rubén Moreira, contrajo nupcias con la diputada Carolina Viggiano Austria, quien se convertía así en primera dama de Coahuila, sin renunciar a su curul.

El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fue el testigo de la novia. A la boda asistió el presidente Enrique Peña Nieto.

A Rubén Moreira los tiempos políticos se le alinearon. El abogado Moreira concluyó su gobierno en 2017, y cuando toda la clase política peñista cayó en desgracia, él volvió en 2018 como diputado al Congreso federal.

En 2021 resultó reelecto a la LXV Legislatura. Su estrella ha vuelto a brillar. Ha sido nombrado presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. En la misma legislatura está su esposa, Carolina Viggiano Austria.

Ambos quieren que ella sea candidata del PRI a la gubernatura de Hidalgo. Pero sí no, tienen opciones. Después de todo, cuentan con grandes amigos en Morena, comenzando por el consejero nacional de ese partido, Ariel Maldonado Leza, el compadre del exgobernador Humberto Moreira Valdés.

2 COMENTARIOS

  1. Yo soy de Salltillo Coabuila. cuando estuvo de gobernador de Coahuila el hermano de humberto moreira, Ruben estuvo casado con Carolina Viggiano. en realidad ella era la gobernadora de Coahuila. ELa casa del gobernador estuvo fuertemente custodiada por Elemenntos Policiacos de Elite que crearon para este fin. Continuó usando la Policia de Elite creada por Humberto Moreira.
    Todo con Gasto al Erario Publico. Usando nuestros impuestos, participaciones federales, dinero lavado,etc.

    No es nada nuevo lo que publica ElUniversal. Se tardaron en darse cuenta. Desde que inició el Gobernador Humberto Morerira su mandato (2006,2007) esta policia de «Elite» coludida con el cartel de los Zetas. Años de Miedo, Balaceras, Zozobra, Angustia, estar encerrados ya que hacian y deshacian en el Estado lo que les mandara Humberto Moreira.

    Carolina Viggiano esta hambriada de Poder. Ella es oriunda de Hidalgo. Esta educada por Caciques y no tiene Piedad por lograr su FIN. Fraude, Compra de Votos, TODO A MODO, notarios de hidalgo, jueces, etc

    GENTE DE HIDALGO. VOTEN POR MORENA. NO DEJEN QUE GANE LA ALIANZA POR HIDALGO
    LA 4TESTA DANDO RESULTADOS
    SALGAN A VOTAR. NO VENDAN SU VOTO

  2. corrección: el asentamiento caciquil de los Austria se localiza geográficamente en la Sierra Madre Oriental y no en la Sierra Madre Occidental como se anota en el artículo.
    El apellido mencionado no es Mancilla, sino Manilla

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