Amapola
Un grupo de 16 madres, padres y familiares de los 43 normalistas, separado del que coordina el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y el Agustín Pro, preparan por su cuenta actividades paralelas para recordar a sus hijos desaparecidos hace 10 años en Iguala.
Entre las actividades que realizarán contemplan un recorrido por los medios de comunicación la mañana de este 25 de septiembre en Chilpancingo para convocar a organizaciones sociales y a la sociedad en general a que los acompañe a las diversas actividades que realizarán y a que los sigan apoyando en su demanda de justicia.
El mismo miércoles 25 de septiembre a las seis de la tarde, en la iglesia del barrio de San Antonio, en Tixtla, harán una misa en memoria de los 43 normalistas desaparecidos. El 26 de septiembre, a las once de la mañana, en Iguala, realizarán una ofrenda floral, en el sitio donde cayeron los normalistas Daniel Solís Gallardo y Julio César Ramírez Nava, en 2014.
El 27 de septiembre, a las doce del día, en Chilpancingo también harán una ofrenda floral en el antimonumento a los 43, en Chilpancingo.
Felipe de la Cruz aseguró que este grupo de madres y padres a 10 años de la desaparición y asesinato de sus hijos están cansados, la mayoría enfermos, y tenían diferencias con el otro grupo que asesora Tlachinollan y Agustín Pro por las estrategias de lucha.
“Están cansados, ya no quieren marchar más y eso ocasionaba que se enojaran con ellos”, refirió.
Dijo que las diferencias empezaron por que este grupo de padres no compartía ya la estrategia de lucha y las diferencias fueron irreconciliables cuando un grupo de una madre y dos padres aceptaron ir a Iguala a una marcha en favor del expresidente municipal de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, quien estaba en funciones cuando ocurrió la desaparición de los 43.
En esa actividad falleció, se dijo que de un infarto, Ezequiel Mora, padre de Alexander Mora Venancio, el primer estudiante cuyos restos fueron identificados. Ezequiel Mora fue hallado muerto dentro del hotel Vida en el Lago, en Tepecoacuilco, propiedad del empresario Pedro Segura Valladares.
De la Cruz dijo que cuando eso ocurrió él estaba alejado de las actividades de las madres y los padres. Negó que él pudiera ser el enlace entre la madre y los padres que asistieron a la marcha con el empresario. Se enteró por las redes de lo que había ocurrido, de la marcha y de la muerte de Ezequiel Mora.
Dijo que desconocía los detalles y marcó el número del abogado de las madres y los padres, Vidulfo Rosales Sierra, para conocer los detalles, pero también para preguntarle sobre la asistencia al velorio y al sepelio. Rosales Sierra, comentó, le respondió que nadie iba a ir, porque las circunstancias en las que falleció Ezequiel Mora no fueron en alguna actividad que hayan planeado.
Para De la Cruz la respuesta del abogado era completamente ajena a la empatía que un integrante de una organización de derechos humanos debería tener. Del grupo de madres y padres encabezado por la organización de derechos humanos nadie acompañó al velorio y al sepelio de Ezequiel Mora.
Contó que la madre y padres que aceptaron ir a marchar a favor de José Luis Abarca Velázquez lo hicieron porque el empresario Pedro Segura Valladares dijo que a cambio el exalcalde les iba a hacer llegar información importante sobre el destino de sus hijos.
Velázquez Abarca encabezaba la administración municipal de Iguala a la que pertenecían los agentes policiacos y de Tránsito, además de otros mandos superiores, que participaron en la desaparición de los normalistas, según lo expustesto y resuelto hasta ahora del caso. El exalcalde está preso por el asesinato de tres dirigentes sociales de Iguala, entre ellos Arturo Hernández Cardona.
Pero después del fallecimiento de Ezequiel Mora ya no tuvieron el encuentro con la persona que, al parecer, les daría información acerca de sus hijos. Hasta la fecha, sin explicar con claridad por qué, dijo, la madre y los dos padres no han restablecido comunicación con Segura Valladares para que les haga llegar la información que prometió.