Sin Embargo
Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, aseguró que el Gobierno de México y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tienen la obligación de pedir disculpas por lo ocurrido, asumir su responsabilidad y emitir un comunicado que explique su versión de los hechos, pues recordó, hasta el momento ninguna autoridad ha salido a dar la cara.
Ciudad de México, 27 de febrero .- Los elementos del Ejército mexicano que dispararon y mataron a cinco jóvenes que viajaban a bordo de una camioneta durante la madrugada del pasado domingo 26 de febrero en Nuevo Laredo, Tamaulipas, no cumplieron la orden del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de “no masacres” ni disparar en contra de civiles que ya se hayan rendido, afirmó Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.
“Hay una orden explicita, reiterada del Presidente de México, no se valen masacres, no se vale violar los derechos humanos, no se vale rematar heridos, el Comandante Supremo les ha dado la orden, entonces esa orden por qué no la están respetando los militares”, dijo Raymundo Ramos en entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez en el programa Los Periodistas que se transmite por YouTube a través del canal de SinEmbargo Al Aire.
El activista recordó que a pesar de la existencia de un Manual de Uso de la Fuerza, los militares mexicano no lo respetan y actúan de manera arbitraria.
“Esto ocurre porque hay un Manual de Uso de la Fuerza que no llevan a cabo los militares, que no respetan, si una persona los está agrediendo y hay una desproporción de fuerzas, hay un protocolo que ellos deben de seguir. Si tú persigues un vehículo y no se detiene no necesariamente debes disparar a matar, puedes disparar para inmovilizar las llantas, puedes pedir apoyo de otras autoridades, puedes advertir en altavoz que están escapando de una autoridad. Si todo eso se hubiera cumplido, el protocolo de actuación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, no hubiera muertes, no hubiera víctimas inocentes, pero no se respeta ese protocolo”.
Raymundo Ramos señaló que el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo ha documentado una serie de muertes violentas por parte del Ejército mexicano en la entidad de 2010 a 2023 y exhortó a las autoridades a informar de lo ocurrido, pues hasta el momento ningún nivel de gobierno se ha pronunciado al respecto.
“El equipo jurídico de derechos humanos ha documentado con testimonios y videos la versión de los familiares, que no había motivos para que los privaran de la vida de manera arbitraria. Qué bueno sería que la Sedena o cualquier otra autoridad del Gobierno de México pudieran dar no sólo una versión de los hechos, que vinieran a Nuevo Laredo y que se entrevistaran con los familiares”.
La madrugada del domingo 26 de febrero, elementos de Ejército mataron a cinco jóvenes —uno de nacionalidad estadounidense— e hirieron de gravedad a otros más en Nuevo Laredo que viajaban en una camioneta y que regresaban de una fiesta lo que desató más tarde un enfrentamiento entre vecinos y las Fuerzas Armadas.
De acuerdo con los reportes, los hechos ocurrieron entre las 3 y 4 de la madrugada cuando los cinco jóvenes iban de regreso a su casa en una camioneta blanca Silverado. El Ejército abrió fuego contra el vehículo en la colonia Manuel Cavazos Lerma, en el cruce de las calles Huasteca y Méndez, aparentemente sin motivo alguno, pues los jóvenes no se encontraban armados.
De acuerdo con el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, las víctimas fueron identificadas como Gustavo Pérez Beriles, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Gustavo Ángel Suárez Castillo (estadounidense) y Alejandro Trujillo Rocha. Otro joven, de nombre Luis Gerardo, es reportado como grave.
Tras los hechos, vecinos, familiares y amigos de las víctimas confrontaron y agredieron a los soldados que resguardaban la camioneta acribillada, situación que provocó que algunos soldados accionaran sus armas al aire y en el piso para tratar de dispersar a los inconformes. Dicho incidente quedó registrado en varios videos que circulan en redes sociales.
“De las palabras pasan a los golpes, una vez que los familiares empiezan a golpear estos en respuesta empiezan a disparar sus armas, unos al aire, otros al piso sin tomar en cuenta que en el lugar había mujeres, niños, que había periodistas y obviamente familiares de las víctimas. Esto fue el caos porque no había ninguna autoridad civil, la FGR se había retirado con los cuerpos, nada más había civiles y militares en un lugar donde había ocurrido una masacre, no había representantes del gobierno local, de la federación que intentaran mediar o que intentaran calmar los ánimos por eso se dio este operativo fuera de control”, narró Raymundo Ramos.
Ante esta situación, Ramos aseguró que el Gobierno de México y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tiene la obligación de pedir disculpas por lo ocurrido, asumir su responsabilidad y emitir un comunicado que explique su versión de los hechos, pues recordó, hasta el momento ninguna autoridad ha salido a dar la cara.
“Lo primero que tendría que hacer el Gobierno de México y también la Secretaría de la Defensa Nacional es pedir disculpas, les cuesta mucho trabajo reconocer un error o asumir un abuso de autoridad, por eso nosotros el día de ayer decidimos emitir un comunicado dando la versión de lo que los familiares nos han contado a nosotros”.
Finalmente, Raymundo Ramos hizo énfasis en que la Sedena debe dar detalles de lo ocurrido, para evitar actos de abuso de autoridad y evitar que en un futuro vuelvan a ocurrir hechos como este.
“Las autoridades de la Sedena deben venir y dar una explicación, en primer lugar a los familiares de las víctimas y en segundo lugar a la población de Nuevo Laredo con el compromiso de que no haya actos de impunidad, que no haya actos de abuso de autoridad y así estaremos transitando hacia una pacificación y hacia un respeto a las instituciones, si esto no ocurre y el día de mañana estaremos denunciando otra ejecución de esta naturaleza”.