Agencias
México y Estados Unidos pusieron en marcha un programa piloto de inspección para reducir hasta 3.5 horas el paso de las exportaciones de los productos agropecuarios, como el tomate, en la frontera.
Esta iniciativa es impulsada por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU (CBP, por sus siglas en inglés).
El programa consiste en que los transportes crucen la aduana mexicana sin necesidad de inspección, al contar con la certificación de seguridad estadounidense de la Asociación de Aduanas y Comercio contra el Terrorismo (C-TPAT, por sus siglas en inglés), y lo podrán hacer por el carril especial “Fast”.
En México –indicó la Sader– los vehículos de carga pesada pasan por el sistema de seguridad “Semáforo fiscal” al pretender salir del territorio nacional y, con ello, determinar si es motivo o no de inspección aduanera.
Tiempo después el cargamento es inspeccionado en la aduana estadounidense por personal del CBP, del SAT y, en el caso de mercancías reguladas por la Sader, interviene el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) para determinar que cumple con las normativas oficiales y constatar que no existan riesgos de plagas y enfermedades.
La medida, reiteró, busca agilizar las inspecciones de exportaciones mexicanas y, de observarse sospechas sanitarias en territorio estadounidense, el cargamento es devuelto inmediatamente a su lugar de origen por el mismo carril especial.
La dependencia federal detalló en un comunicado que en el cruce de Colombia, Nuevo León, y Laredo, Texas, han ingresado más de 23 mil toneladas de alimentos al país vecino desde el 11 enero y hasta el 25 de agosto. Esto ocurrió un tiempo promedio de 1.5 a dos horas en comparación con las cinco o siete horas que llegan a registrar por el cruce normal.
Anticipó que el Senasica prepara una propuesta de memorándum de entendimiento con las autoridades aduaneras de ambos países, con la intención de ampliar el programa en otros cruces fronterizos de importancia agroalimentaria, como Tijuana y Mexicali, Baja California; San Luis Río Colorado y Nogales, Sonora; Ciudad Juárez, Chihuahua, y en Reynosa y Nuevo Laredo, Tamaulipas.