El Eonomista
Las medidas que logren consenso en el G-20 no son vinculantes, es decir, no existe una obligatoriedad de que los países cambien sus leyes para acatar lo acordado.
México estará activo durante las mesas de diálogo que convoque el G-20 para llegar a un consenso de cómo gravar las fortunas de los multimillonarios, esto luego del consenso que se dio en días atrás para cooperar en este tema, reducir las desigualdades y aumentar los ingresos públicos de los países.
Karina Ramírez, jefa de la Unidad de Política de Ingresos Tributarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), aseguró que el país se unirá a las mesas técnicas que mande a llamar el G-20, que este año está presidido por Brasil; sin embargo, adelantó que esto será una discusión que tome tiempo ante las cuestiones que plantea un impuesto de dicha magnitud.
“Nuestra cuestión es el cómo. ¿Cómo lo haces? ¿Cómo gravas el impuesto a la riqueza que está en paraísos fiscales o en forma de arte, otros medios que no son efectivos u otros instrumentos financieros?”, indicó en días pasados.
De esta manera, señaló que las conversaciones están en una fase inicial, y parece que se plantea como un tipo de impuesto mínimo global – impulsado por la OCDE y el G-20, cuyas negociaciones se dan desde el 2019 – y se podría tardar años en llegar a un consenso.
Ana Morales, investigadora de Justicia Fiscal de Fundar, coincidió en lo difícil que es lograr medir la riqueza. “No hay mecanismos concretos hoy en día para ubicar la riqueza de los 1,000 multimillonarios del mundo. Tienen muchas maneras de ocultarla, de moverla de una jurisdicción a otra. Ese es un problema mayúsculo”.